El impacto que generaron Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic en el tenis marcó una época imposible de replicar. Y aunque ahora la atención del mundo pasa por el choque entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, el propio Nadal dejó claro que todavía es muy pronto para poner ambas rivalidades al mismo nivel. El español profundizó sobre el tema y dejó varias reflexiones que abren una nueva lectura sobre lo que viene para la próxima camada del circuito ATP.
Aun así, Nadal reconoce que esa comparación llegará tarde o temprano, porque las grandes figuras del deporte siempre dejan huella. Y según él, el Big 3 ya aportó un modelo que hoy también está presente en quienes dominan el circuito. Allí fue donde soltó una frase que rápidamente se volvió viral.
El mensaje de Nadal para entender las nuevas rivalidades
En diálogo con Jorge Valdano, Nadal destacó uno de los puntos que más orgullo le generan de su trayectoria junto a Federer y Djokovic. “Sin quitarles ningún mérito a Sinner y Alcaraz… creo que nosotros hemos contribuido a que las nuevas generaciones puedan pensar que se puede ser un competidor feroz sin necesidad de odiar al rival”, expresó. Remarcando también que ese espíritu es parte esencial del legado que dejaron tras dos décadas de dominio absoluto.
El español sostuvo que esa convivencia fue clave para romper la idea de que la competencia debe ser hostil. “Se puede tener una relación no de amistad, pero óptima. Es un buen legado que dejamos en una época de máxima competencia”, añadió, reforzando la importancia del respeto como valor central en el circuito.
Federer, Djokovic y Nadal: la fórmula que el tenis quiso copiar
Nadal también habló sobre la relación que logró construir con sus históricos rivales, algo que no siempre se dio desde el primer momento, pero que se fue fortaleciendo con los años. “Podemos ir a cenar juntos sin problema… Hemos competido por las cosas más importantes, pero no las hemos llevado al extremo”, explicó. Según él, el paso del tiempo les permitió bajar tensiones y transformar una rivalidad legendaria en una convivencia natural.
El propio Nadal marcó cuál es el punto que podría repetirse con Alcaraz y Sinner:
“Pasas por fases. Cuando eres más joven lo vives todo de una manera más intensa. Con los años, las cosas se suavizan”, afirmó, dejando la puerta abierta a que ambos tenistas construyan un vínculo similar cuando sus carreras maduren.
El otro legado: copiar, aprender y evolucionar
El español también habló de cómo entiende que muchos jugadores actuales estudian sus conductas o métodos. Lejos de incomodarlo, admitió que es parte del crecimiento natural del deporte. “Copiar es lo más fácil… Uno tiene que mirar a las personas que hacen las cosas mejor que tú e intentar las cosas que te gusten de ellos”, reconoció. Y recordó que él mismo tomó referencias para convertirse en uno de los mejores de la historia.
Nadal reveló que incluso analizaba detalles de sus rivales para mejorar, aunque sin obsesionarse: “Claro que me fijaba en cosas que hacían mis rivales… pero en mi día a día no pensaba en ellos”, dijo, marcando una diferencia entre inspiración y dependencia competitiva.
