La red de corrupción que investiga la Justicia dentro de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) sigue generando repercusiones políticas. Esta vez, el protagonista fue Javier Cardini, subsecretario de Gestión Productiva del Ministerio de Economía, quien presentó su renuncia después de que su nombre apareciera vinculado en las escuchas telefónicas que integran el expediente del fiscal Franco Picardi.
Cardini convivía con su pareja, Ornella Calvete, exdirectora del Palacio de Hacienda e hija de Miguel Ángel Calvete, un actor central del esquema que la Justicia investiga. En el departamento de Ornella, los investigadores encontraron USD 700.000 en efectivo y una suma adicional en otras monedas, lo que agravó las sospechas sobre el entorno cercano del funcionario.
Los audios que detonaron la renuncia
El avance judicial surgió a partir del audio clandestino del extitular de la ANDIS, Diego Spagnuolo, que reveló maniobras vinculadas a prestaciones y medicamentos. Aunque el Gobierno cuestionó el origen del registro, la causa avanzó con allanamientos, declaraciones de testigos y una batería de escuchas.
La presencia del nombre de Cardini en una de esas conversaciones aceleró su salida. El funcionario presentó su dimisión el jueves por la noche, luego de conocerse extractos del dictamen de Picardi que lo mencionaban de forma directa en el intercambio de mensajes entre los implicados.
En ese diálogo, que el fiscal transcribió en su informe, se observa a Calvete —una de las piezas más relevantes del entramado— pidiendo el número del “novio de Ornella”. La conversación se produjo el 9 de octubre, el mismo día en que la Policía realizó allanamientos simultáneos en distintos domicilios. Incluido uno vinculado al propio Calvete en la calle Defensa.
Escuchas que complican al entorno del exfuncionario
En la transcripción realizada por el fiscal, Calvete aparece hablando con Lorena Di Giorno, exfuncionaria de la ANDIS, también señalada como parte del circuito irregular.
En el diálogo, Calvete insiste en obtener el contacto de Cardini y coordina a distintos colaboradores para lograrlo. El intercambio expone un nivel de conocimiento interno de la operatoria. Y también confirma la inserción del funcionario dentro del círculo más cercano al principal implicado.
Los agentes judiciales que trabajaron en la causa secuestraron varios teléfonos de la vivienda de Calvete. Incluyendo el dispositivo desde el cual se realizaron esas llamadas. Allí encontraron registros adicionales sobre empresas presuntamente involucradas y sobre movimientos financieros que ahora están bajo análisis.
El Gobierno remarca que está colaborando con la Justicia y que no intervendrá en la causa. Sin embargo, la renuncia de Cardini expone la profundidad del entramado que operó en el organismo. Y abre interrogantes sobre la magnitud del daño que pudo haber generado la red desarticulada.
