Una declaración de impacto volvió a colocar a Ricardo Lorenzetti en el centro del debate público. En una entrevista con A24, el juez de la Corte Suprema analizó causas sensibles, habló del funcionamiento del Poder Judicial y fue contundente al rechazar la idea de que Cristina Kirchner sea una “presa política”, tal como sostiene la propia exvicepresidenta. En ese sentido, también repasó el estado del caso Nisman y se refirió a eventuales presiones del Gobierno de Javier Milei, según lo publicado en el diálogo con Luis Novaresio.
El magistrado sostuvo que la narrativa de persecución judicial no se sostiene cuando se analiza el expediente Vialidad. Así, marcó un límite claro frente a uno de los argumentos más repetidos por el kirchnerismo. Además, explicó cuál es la situación de las megacausas y recordó que el expediente Nisman continúa “en trámite”, por lo que podría llegar a la Corte y él no puede emitir opiniones de fondo.
Lorenzetti también abordó el problema estructural de las vacancias en los tribunales inferiores. A su juicio, la falta de jueces designados afecta la independencia judicial de manera grave. Bajo ese marco, señaló que la Corte nunca mantuvo conflictos permanentes con los gobiernos, sino choques puntuales vinculados a expedientes concretos.
Un rechazo directo a la interpretación kirchnerista
La parte más resonante de la entrevista llegó cuando se le preguntó por las afirmaciones de Cristina Kirchner, quien asegura ser víctima de persecución política. En ese sentido, el ministro de la Corte fue terminante: “No es una presa política, de eso no hay ninguna duda”, afirmó.
Según la explicación del juez, el expediente de la causa Vialidad atravesó un proceso extenso, con entre 19 y 20 jueces actuando en diferentes etapas. De esa manera, buscó subrayar que hubo garantías, control jurisdiccional y múltiples revisiones. Lorenzetti remarcó que muchos de esos magistrados fueron designados durante gobiernos kirchneristas y coincidieron en sus conclusiones. Así, descartó que haya existido un armado judicial con motivaciones partidarias.
El juez añadió que ningún integrante del Poder Judicial disfruta procesar a un expresidente. Sin embargo, aclaró que las instituciones deben funcionar por encima de las preferencias personales o de los costos políticos. Bajo ese marco, insistió en que la condena a la exvicepresidenta no puede interpretarse como un acto de persecución.
Causas sensibles y límites institucionales
Consultado sobre el caso Nisman, Lorenzetti se mostró cauto. Recordó que se trata de un expediente abierto y que es probable que llegue al máximo tribunal. Por eso, no puede pronunciarse sobre el fondo del asunto. Aun así, reconoció que las megacausas en Argentina “fracasaron” y que la escena del caso Nisman “estuvo contaminada”. Más allá de esas observaciones, evitó responder a las declaraciones del fiscal Carlos Stornelli, quien dijo no tener dudas de que el exfiscal fue asesinado.
Respecto a su relación con el Gobierno actual, el magistrado negó cualquier tipo de presión. “No hemos tenido presiones este año, ninguna”, afirmó. Al mismo tiempo, explicó que la conducta de las administraciones debe juzgarse siempre frente a casos concretos y no de manera abstracta.
En otro tramo, insistió en la urgencia de cubrir vacantes en los tribunales inferiores. A su entender, la integración equilibrada de los cuerpos judiciales es esencial para garantizar un sistema independiente y confiable.
Hoy a las 23,59 en a 24, Ricardo Lorenzetti. @CFKArgentina no es una presa política Además “la escena de caso Nisman se contaminó” pic.twitter.com/lNuX5y4f3a
— luis novaresio (@luisnovaresio) November 25, 2025
