River mira al futuro con ambición y ya piensa en reforzar su plantel con nombres de Selección. Uno de los que más resuena es Nicolás González, actualmente en Atlético de Madrid, que no ahorra elogios para el club y menciona con especial cariño a Lucas Martínez Quarta como una clave para su posible retorno.
El vínculo estratégico entre González y Martínez Quarta
En sus declaraciones más recientes, señaló que su amistad con Quarta podría ser decisiva: “Lucas es amigo mío, no me dice nada porque prefiero no hablar de esas cosas. Él sabe dónde pincharme”, comentó con sinceridad. Esa complicidad es vista por la dirigencia como una carta para convencerlo cuando River decida avanzar por él.
El sueño de Nico y los planes a mediano plazo
La posible vuelta no sería necesariamente para ahora. A sus 27 años, Nico sigue en un buen nivel competitivo y ve su paso por Europa como parte de un recorrido profesional, pero con el tiempo pone en el radar su viejo anhelo. River lo valora no solo como un fichaje, sino como una pieza simbólica: un jugador de Selección que podría cumplir el sueño de muchos hinchas.
¿Por qué a River le conviene mover ficha?
Hay varias razones que hacen que esta operación sea atractiva para Núñez. Primero, González suma jerarquía: tiene una trayectoria europea importante y experiencia con la Albiceleste. Segundo, su deseo de jugar en River es real, lo que podría facilitar las negociaciones. Tercero, su relación con Quarta funciona como un puente sentimental y estratégico para que el jugador se sienta cómodo en el regreso.
Además, River podría beneficiarse de su versatilidad: Nicolás puede jugar por la banda o como extremo, lo que le da al entrenador más alternativas ofensivas sin empezar desde cero en la planificación.
Los retos que debe superar River para concretarlo
No todo es color de rosa: la operación tiene sus complicaciones. El jugador tiene contrato con la Juventus (aunque está cedido en Atlético) y una opción de compra puede elevar el costo para River, si es que se decide avanzar. Además, no es una urgencia total: su llegada no sería para corto plazo, según las fuentes que manejan los dirigentes.
También está la variable de la dirigencia nueva: el momento del mercado debe encajar con los objetivos futbolísticos, pero también con la sostenibilidad financiera del club. Si River decide ir por Nico, deberá hacerlo con convicción, tanto deportiva como institucional.
