En una entrevista con Radio Rivadavia, el ministro de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, expresó fuertes críticas al desarrollo de la causa Cuadernos, donde Cristina Kirchner tiene un rol central. El magistrado destacó su preocupación por la modalidad remota, la lentitud del proceso y el impacto que esto genera en la confianza pública.
Críticas al funcionamiento del juicio de Cuadernos
Lorenzetti sostuvo que el esquema actual —audiencias virtuales únicamente un día por semana— resulta “inadmisible” para un expediente de tal magnitud. “No puede ser un juicio de una megacausa en esos términos; no está bien para la sociedad”, remarcó.
El juez explicó que el problema principal radica en la sobrecarga que enfrentan los tribunales. “Estos jueces están sobrepasados. Está claro que tienen que trabajar más. Hay que ordenar. Deben hacerlo incluso en verano, durante la feria. Nosotros lo hemos hecho”, recordó, al señalar que en causas de alto impacto “uno tiene que acelerar” para preservar la imagen del Poder Judicial.
Además, remarcó que la demora en procesos de este tipo contribuye a un clima de incertidumbre y desconfianza creciente. Para el magistrado, la Justicia necesita recuperar previsibilidad con resoluciones más ágiles y procedimientos acordes a la complejidad de los casos.
Una advertencia sobre la democracia actual
El integrante del máximo tribunal también dejó una reflexión amplia sobre el presente institucional del país. “Tenemos que hablar sobre la democracia y dar esperanzas. No solo dar diagnósticos”, pidió, dando paso a una visión más profunda sobre el deterioro del sistema.
“La democracia siempre fue de argumentos, pero hoy es una democracia de imputaciones y denuncias. Así se vuelve vacía”, analizó. Según Lorenzetti, esta degradación se alimenta de la frustración social y la falta de respuestas concretas de las instituciones.
El juez apuntó que gran parte de la ciudadanía percibe que el sistema no le devuelve soluciones: “La vida cotidiana se volvió difícil, la tecnología amenaza empleos, las crisis ambientales generan temor y el desarrollo social no llega. Muchos padres sienten que sus hijos tendrán menos oportunidades que ellos. Y nosotros, desde las instituciones, no estamos dando respuestas”.
Con un tono firme, Lorenzetti llamó a recomponer la relación entre el Estado y la sociedad, recuperar la credibilidad y construir un horizonte de estabilidad política que vuelva a dar sentido a la participación democrática.
