En el programa Sería Increíble, transmitido por el streaming de Olga, Pampita abrió su corazón hablando sobre su profundo proceso de Fe y la peregrinación a Luján que realiza desde hace varios años. Su relato mostró cómo esa práctica espiritual se convirtió en un espacio de sanación y agradecimiento personal, compartiendo con sus seguidores un testimonio lleno de sinceridad y esperanza.
Consultada sobre qué significa para ella la peregrinación, Pampita afirmó: “Siempre voy algo distinto, en las primeras el dolor era tan grande que era un poco ir a entregarle ese dolor a la virgen, a estar de pie. Y me dijeron ‘anda y entregale tu dolor a la virgen que te va ayudar, te va a contener’ y bueno, fue eso. ir con ese dolor que te pesa el cuerpo, que te atraviesa que te duele el pecho. después mi vida cmabió y era ir a agradecer”.
Pampita y la Fe
Además, explicó que su intención ha ido evolucionando con los años: “A veces fui a pedir por familiares, o por familiares de íntimos amigos míos que los veía atravesador por el dolor a ellos, entonces fue acompañar dolores de otras personas pero en general, últimamente voy a agradecer no es que voy a pedir algo personal”.
Sobre su relación con la religión, Pampita destacó que siempre ha sido parte fundamental de su vida: “Siempre gusto, fue parte de mi vida, mis hijos van a colegio católico. no puedo entender la vida sin Fe, a mí me dio muchas herramientas y quería que mis hijos también la tuvieran para la vida porque la vida te hace pasar por muchas situaciones y tener algo de que agarrarte, algo en que creer, algo que te acompaña siempre me parece que está bueno que ellos lo tuvieran también”.
«La Fe me ha sostenido»
Respecto a si hubo momentos de duda o conflicto con esa fe, señaló: “No, nunca se me ocurrió cuestionar nada. La Fe me ha sostenido, la recomiendo mucho. Por eso me animo a mostrarlo en redes porque a veces cuando mostras algo en lo que vos crees como que a la gente le da impresión, y yo no tengo ninguna vergüenza de decirlo y siempre muestro. voy a todas las iglesias del mundo en el lugar que este, voy a rezar, hago peregrinaciones”.
Finalmente, Pampita describió: “Por lo general todo el que está caminando está en la misma sintonía que uno. Están todos con sus dolores, con sus mochilas, con sus pedidos, están todos metidos en sus cosas. Si hay momentos de fiesta donde se baila, se charla con el de al lado lo que sea pero cuando ya estás llegando los últimos kilometros estamos todos en la misma sintonía. no me molestan para nada, no es un ámbito en el que la gente esté viendo lo que hace el otro, está cada uno con su alma ahí a flor de piel”.

