Whirlpool anunció el cierre definitivo de su fábrica de lavarropas en Pilar, provincia de Buenos Aires, y confirmó que despedirá a 220 trabajadores. La planta, ubicada en el Parque Industrial de Fátima, había sido inaugurada apenas en 2022.
Desde la compañía explicaron que mantendrán su oficina comercial y de distribución, pero que el modelo de negocio local no logró sostenerse debido a la caída del consumo y al aumento de las importaciones. «Esta decisión implica una reconfiguración estructural de la operación en la Argentina», señalaron en un comunicado oficial.
La medida afecta principalmente al personal de producción, ingeniería y testeo de calidad, entre otros sectores. Según la empresa, las negociaciones con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) ya comenzaron para definir los detalles de las desvinculaciones. «Ellos producen con sus manos los lavarropas, son consumidores al final del día. No los vemos solamente como colaboradores. Si en el futuro pudiéramos volver a producir, la idea es que la relación sea a largo plazo», agregaron.
El cierre se da en un contexto de fuerte desaceleración del consumo interno y la presión de productos importados, que dificultaron la consolidación de un modelo rentable de fabricación local. A partir de ahora, Whirlpool se enfocará en la distribución y comercialización, manteniendo su portafolio de productos disponible en el país, aunque sin producción propia.
Aunque el futuro de la planta aún no está definido, la compañía remarcó que su continuidad en Argentina no está en revisión y que seguirá operando como comercializadora y distribuidora.
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— InfoGremiales (@InfoGremiales) November 26, 2025
Así fue la salida del último día de trabajo en Whirlpool.
La empresa comunicó sorpresivamente el despido de 300 trabajadores.#InfoGremiales #periodismosindical pic.twitter.com/e7D8j9gDtr
