Un momento realmente fuerte se vivió en Otro día Perdido, el programa que conduce Mario Pergolini a través de la pantalla de Canal Trece. Fue allí donde se escuchó la historia de vida de Fernando Acosta, médico y paciente oncológico que contó su experiencia con la medicina nuclear.
«Es una historia muy increíble entre un paciente y una doctora. Él es Fernando acosta y ella la doctora María Bastianello», comenzó diciendo el conductor. «Yo soy médico y paciente oncológico. Soy especialista en imágenes», expresó el invitado de la noche.
«Me enfermé y es algo que te saca de la cancha. Tu foco pasa a ser ¿cómo salgo de esta situación? A mí me agarró joven, a los 55 años, y me enojé con esta situación. Estaba trabajando en una institución. Conocía a la doctora María Bastianello, de medicina nuclear, y ella intervino en el diagnóstico», expuso.
«Yo estaba trabajando y empecé a tener síntomas, una pierna inflamada, un cólico renal. Un día mi pareja, también doctora que hace lo mismo que yo… encontró metástasis. Encontró imágenes que no deberían estar ahí. Me pidieron tomografías, estudios. La doctora intervino. Yo me desmayé en el estudio, me desperté en silla de ruedas. Ella dijo que era urológico», reveló.
«Pasé por una punción biopsia, quedé internado y ya sabía mi pronóstico de vida, lo leí. Ya había pasado por todas las quimios, todas las alternativas. Mi oncólogo me habló de una medicación muy costosa y difícil de conseguir», sostuvo Fernando Acosta delante de Mario Pergolini.
Fue allí cuando su doctora tomó la palabra. «Yo soy médica especialista en medicina nuclear. Lo que hacemos es realizar diagnóstico y tratamiento con el material radioactivo. Los dos somos embajadores de una fundación belga, sin fines de lucro, llamada Oncidium. Cuando él necesitaba la dosis de lutecio y no podíamos cubrirlo, empezamos a hacer una cadena de donaciones que hace que muchos pacientes tengan acceso a este tipo de terapias con material radioactivo», finalizó Bastianello.
