El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, realizó una fuerte definición jurídica sobre la política monetaria al afirmar que «la emisión incontrolada de moneda sin respaldo real también está en contra de la Constitución«. Esto se da en el marco del análisis de los límites legales que impone la Carta Magna frente a una eventual dolarización de la economía argentina.
El magistrado explicó que la moneda cumple tres funciones centrales: ser medio de intercambio, unidad de cuenta y reserva de valor. Desde esa perspectiva, sostuvo que la Argentina «no puede tener una única moneda que sea extranjera» porque el Estado nacional no tiene facultades para emitirla, acuñarla ni fijar su valor. «Eso está prohibido en la Constitución«, subrayó en Perfil, según compartió NA.
Horacio Rosatti recordó que la Constitución Nacional establece de manera explícita la obligación de «defender el valor de la moneda». En ese sentido, explicó que existe una relación directa entre la base monetaria y las reservas que la respaldan, y advirtió que el aumento de la oferta de pesos sin un sustento real «disminuye el valor intrínseco» de la moneda nacional.
Dolarización
Al referirse específicamente a la dolarización, el presidente de la Corte reconoció que el dólar puede cumplir un rol como referencia o reserva de valor, algo que de hecho ya ocurre en la práctica en la economía argentina. Sin embargo, marcó límites claros al señalar que no puede reemplazar de manera absoluta a la moneda nacional. En ese punto, recordó la experiencia de la convertibilidad y sostuvo que atar el peso a una economía «mucho más grande y próspera» como la de Estados Unidos evidenció serias restricciones estructurales.
«Lo que sí puede hacer la moneda argentina es compararse con otra moneda, como ocurrió en la convertibilidad», explicó Horacio Rosatti, aunque aclaró que ese tipo de paridad no es reversible y que la Argentina «no puede regular el valor» de monedas extranjeras como el dólar o el real. Según el magistrado, ese límite operativo expone la fragilidad de cualquier esquema que intente reemplazar la moneda nacional por una divisa sobre la cual el país no tiene control alguno.
Consultado sobre si sus advertencias públicas contra la dolarización influyeron en el cambio de enfoque del actual gobierno, que pasó de proponer la dolarización a priorizar el fortalecimiento del peso, Rosatti respondió que sería «presuntuoso» atribuirse ese impacto. En esa línea, enfatizó que las decisiones políticas pueden variar, pero que «la que manda es la Constitución», independientemente del signo del gobierno de turno o de las estrategias económicas que se impulsen.
