Mercedes Cabezas, secretaria general adjunta de ATE Nacional, cuestionó duramente la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Javier Milei, al considerarla una “reforma patronal” que busca legalizar la precariedad laboral existente en el país.
En declaraciones a Radio Rivadavia, Cabezas sostuvo que la iniciativa no busca formalizar el empleo, sino cristalizar la informalidad: «No es una reforma laboral, es una reforma patronal que intenta cristalizar una situación de precariedad laboral que lleva años», afirmó la dirigente sindical.
La gremialista desestimó los argumentos oficiales sobre la necesidad de modificar la ley para reducir la informalidad: «La solución no es bajar derechos, como se hace en otros países. Por ejemplo, México redujo la jornada laboral para generar empleo formal», explicó Cabezas.
Lo más polémico de la reforma laboral
Entre las cláusulas más polémicas, la dirigente señaló el banco de horas, que limitaría el control del trabajador sobre su tiempo personal. También criticó la eliminación de la ultraactividad de los convenios colectivos, que permitiría al Gobierno intervenir en convenios vencidos y decidir sobre sus cláusulas.
Cabezas enfatizó que la discusión debe centrarse en los trabajadores: «Si la clase trabajadora genera riqueza, tiene derecho a discutirla. Si el empleador es quien da el trabajo como dádiva, puede imponer condiciones arbitrarias», explicó.
Sectores excluidos
La secretaria adjunta de ATE cuestionó que la reforma no contemple a los trabajadores de plataformas de delivery como Rappi o Pedidos Ya: «No se entiende por qué no se incluyen sectores precarios que claramente necesitan regulación», remarcó.
Finalmente, Cabezas criticó la visión del Gobierno sobre el emprendedurismo: «En el mundo se debate la creación de convenios para trabajadores de plataformas. Aquí se ignora la realidad de miles de trabajadores», concluyó.
