La Cancillería argentina rechazó el anuncio de Rockhopper y Navitas, que confirmaron una inversión para explotar el yacimiento Sea Lion en la Cuenca Malvinas Norte sin autorización del país. El Gobierno sostuvo que se trata de un avance unilateral sobre un territorio en disputa y recordó las sanciones aplicadas a ambas compañías.
Un rechazo diplomático ante un avance unilateral
La Cancillería difundió un comunicado en el que denunció que Rockhopper y Navitas no tienen permisos de la autoridad competente. Afirmó que el proyecto avanza en un área bajo disputa de soberanía y que contradice lo establecido por las resoluciones de la ONU sobre la Cuestión Malvinas.
El Gobierno señaló que las resoluciones 2065 (XX) y 31/49 llaman a evitar actos unilaterales. También recuerdan que el Reino Unido y la Argentina deben reanudar negociaciones para lograr una solución pacífica al conflicto territorial.
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Advertencias legales y sanciones previas
El comunicado indicó que el rechazo argentino incluye todas las medidas vinculadas al inicio de la fase productiva. Se refirió a normas impulsadas por las autoridades isleñas, concesiones de explotación y contrataciones que habiliten operaciones en la plataforma continental argentina.
La Cancillería recordó que las leyes 26.659 y 26.915 prohíben actividades hidrocarburíferas sin autorización nacional. Además, mencionó que Rockhopper fue declarada clandestina en 2012 e inhabilitada por 20 años, y que Navitas recibió sanciones en 2022 por operar de forma ilegal.

El Gobierno advirtió que cualquier empresa que participe en proyectos no autorizados incurrirá en un acto ilícito. Agregó que podrá enfrentar sanciones administrativas y judiciales tanto en el país como en el plano internacional.
La cartera que conduce Pablo Quirno sostuvo que la explotación de un recurso no renovable en un territorio en disputa puede generar daños irreversibles. Por eso anunció que evaluará nuevas medidas para proteger los intereses soberanos de la Argentina.
En el cierre, la Cancillería reafirmó los “legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía” sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
