Un momento fuertísimo fue el que se vivió en La Mañana con Moria, el programa que lleva adelante Moria Casán a través de la pantalla de Canal Trece. Fue allí donde Cinthia Fernández, una de las panelistas, rompió en llanto y decidió contar lo que está viviendo.
Esto tiene que ver con un mal momento económico a raíz del cierre de su cuenta de Instagram, una de sus fuentes de ingreso para mantener a las tres hijas que tiene en común con Matías Defederico. «Me volvieron a cerrar la cuenta de Instagram. Ya me pasó varias veces este año, me hacen denuncias por presunto abuso infantil a videos en los que estoy bailando con mis hijas», comenzó diciendo.
«Hay gente que no tiene nada que hacer y jode. Las denuncias se hacen con bots y Meta bloquea la cuenta sin chequear que las acusaciones sean ciertas. Yo vivo de las redes sociales y las necesito. Llegan las fiestas y tengo muchos productos que vender, marcas que me han contratado…», señaló Cinthia Fernández entre lágrimas.
«No puedo trabajar si no las tengo y recuperarlas me sale una fortuna», explicó y reveló que tuvo que vender el emprendimiento que había diseñado y armado hace algún tiempo. «Yo puse un negocio que es una sala de escape. Fue con mucha ilusión, con ahorros, pero se lo tuve que vender a mis socios cuando me cerraron las cuentas», dijo delante de Moria Casán.
«En un mes hubo que poner 6 mil dólares más todo lo de las marcas que no entendieron. Algunas me esperaron pero otras me pidieron la plata. Lo nefasto es que la misma gente que te lo cierra es el que te lo recupera, le tenés que pagar por fuera a empleados de Meta para que te devuelvan tu cuenta», apuntó.
«Estoy podrida. No jodo a nadie, quiero que me dejen en paz. Yo cerré un acuerdo de no pedir manutención para mis hijas a cambio de la casa y por eso, yo me ocupo de todo. Necesito trabajar, manejo mi casa entera. Las redes son mi negocio, lo único que quiero es publicar y vender», sentenció Cinthia Fernández.

