Cristina Fernández de Kirchner volvió a pronunciarse públicamente desde su prisión domiciliaria y lo hizo con un mensaje dirigido a la diplomatura de Economía Política de la UBA, donde afirmó que el programa económico de Javier Milei está condenado al “fracaso inevitable”. Sus palabras, difundidas por la diputada nacional por la UxP, Julia Strada, reactivaron la interna kirchnerista y generaron rápidas repercusiones en el ámbito político.
En un extenso audio, Cristina celebró que los estudiantes “dedican tiempo a estudiar economía” y aseguró que la actual política económica “no es nueva ni original”, sino una réplica de modelos aplicados en el pasado. Para justificar su postura, comparó la gestión de Milei con la dictadura de 1976 y sostuvo que los experimentos de liberalización “siempre fracasaron”.
Desde el oficialismo respondieron que Cristina omite un dato central: los fracasos económicos más recientes ocurrieron bajo gobiernos kirchneristas, que dejaron cepo, recesión, inflación récord y la mayor presión tributaria de la región. La expresidenta cuestiona un programa que todavía está en etapa de ordenamiento mientras “la catástrofe macroeconómica” que Milei intenta corregir tiene origen en sus políticas.
Críticas al endeudamiento… con el antecedente del FMI 2018 y el déficit récord 2011–2015
Cristina también habló del “carácter bimonetario” de la economía argentina y cuestionó que el Gobierno incremente la emisión de deuda en moneda extranjera. Sin embargo, evitó mencionar que fue su propio espacio político el que reinstaló el cepo, disparó la desconfianza sobre el peso y multiplicó la dependencia del dólar en la vida cotidiana.
Asimismo, señaló que el país se encuentra en un “nuevo ciclo de endeudamiento serial”. Desde el Gobierno le respondieron recordando que durante su segunda presidencia se registraron los mayores niveles de déficit fiscal desde 1980 y que la falta de acceso al crédito obligó a financiar el gasto con emisión, deteriorando la moneda que ella ahora dice defender.
Un mensaje político en un contexto adverso para el kirchnerismo
La intervención de Cristina llega en un momento en el que el kirchnerismo intenta reorganizarse tras haber perdido poder territorial y representación en el Congreso. En ese marco, su reaparición funciona como un intento de ordenamiento interno. Aunque analistas señalan que su diagnóstico repite el mismo discurso de los últimos años. Es decir, sin ofrecer una alternativa viable frente al ajuste estructural que el Gobierno considera imprescindible.
El oficialismo, por su parte, interpreta el mensaje como una señal de preocupación del kirchnerismo ante la recuperación gradual de indicadores económicos. Además de la aprobación internacional del rumbo fiscal. Cristina “intenta instalar un escenario de fracaso mientras la economía empieza a dar señales de estabilización”.
Cristina admite que el modelo anterior tampoco tenía respuestas
Hacia el final del audio, CFK reconoció que las transformaciones tecnológicas y la deslocalización productiva plantean desafíos inéditos. Sin embargo, no explicó cómo su espacio político planea abordarlos, especialmente tras más de una década de controles, brecha cambiaria y pérdida de competitividad.
«Si el futuro exige velocidad de pensamiento», como planteó Cristina, el kirchnerismo no puede presentarse como alternativa después de haber gobernado con atraso normativo, inflación crónica y estancamiento laboral.
