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POLÍTICA

«Daño económico y social profundo»: trabajadores rechazan la privatización de Transener

 

Extrabajadores de SEGBA cuestionaron la decisión del Gobierno de privatizar a la empresa transportadora de energía eléctrica.

 
Transener

La decisión del Gobierno de Javier Milei de avanzar con la privatización de Transener, la principal empresa de transporte de energía eléctrica en alta tensión del país, generó un fuerte rechazo por parte de extrabajadores del sector, que calificaron a la compañía como un «activo estratégico» cuya venta implicaría una pérdida de soberanía para la Argentina.

De acuerdo con estimaciones de fuentes gubernamentales, Transener tendría un valor cercano a los US$200 millones, monto que el Gobierno considera relevante para reforzar las cuentas públicas. Sin embargo, desde el colectivo de ex empleados advierten que la evaluación puramente financiera ignora el rol central que cumple la empresa en la estructura energética nacional y en la planificación del desarrollo económico a largo plazo.

El recuerdo de las privatizaciones

Transener fue conformada a partir de activos de empresas estatales históricas como SEGBA (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires), Agua y Energía Eléctrica e Hidronor. Según recordaron los ex operarios, esas compañías «fueron desguazadas y privatizadas durante la década de 1990 mediante las leyes de privatización del menemismo 23.696 y 24.065», un proceso que, sostienen, entregó el control de sectores estratégicos a intereses privados y dejó consecuencias que aún persisten.

En un comunicado al que accedió NA, Jorge Galati y Fernando Cardozo, ex empleados de SEGBA, señalaron que aquel esquema de privatizaciones «generó un daño económico y social profundo que persiste hasta hoy». En esa línea, remarcaron que el Estado argentino mantiene «una deuda histórica con los trabajadores» de las empresas privatizadas por el incumplimiento del Programa de Propiedad Participada (PPP), que debía garantizar una participación accionaria en favor de los empleados.

«En lugar de avanzar en la reparación de esta deuda, el actual gobierno pretende desprenderse de los últimos activos estratégicos que pertenecen al patrimonio nacional», advirtieron los ex trabajadores. A su vez, subrayaron que Transener es «una empresa altamente rentable, generadora de ingresos para el FGS y para el Estado Nacional», por lo que la decisión de vender sus acciones «no se justifica desde el punto de vista financiero ni patrimonial».

Que representa privatizar Transener

Según explicaron, desprenderse de la participación estatal en Transener implica resignar el control sobre una infraestructura crítica para el funcionamiento del sistema eléctrico y el desarrollo del país. «Desprenderse de estas acciones significa renunciar al control sobre una infraestructura crítica y, por consiguiente, la pérdida de soberanía nacional sobre decisiones estratégicas», alertaron.

El comunicado concluye con un llamado político y simbólico que remite a la experiencia de los años noventa. «Protejamos el Patrimonio Nacional; no repitamos la estafa de los ’90», reclamó el Colectivo de extrabajadores y trabajadoras de SEGBA, en un mensaje que busca reinstalar el debate sobre el rol del Estado en sectores considerados clave para la economía argentina.

CLEVER