Darío Barassi fue uno de los invitados de La noche de Mirtha. Fiel a su estilo descontracturado, terminó dejando varias definiciones personales que llamaron la atención. Entre risas y reflexiones, el conductor de Ahora Caigo explicó por qué eligió usar el apellido de su madre y no el de su padre, una decisión que tomó al comenzar su camino profesional y que mantiene hasta hoy.
Qué dijo Darío Barassi sobre su apellido
Según contó, todo surgió por una recomendación familiar. “Gordo, no usés el Pacheco”, le dijo su hermano, que ya tenía un estudio jurídico con ese apellido. Barassi aclaró que nunca hubo conflicto ni distanciamiento con su papá y que la elección fue práctica y consensuada. Incluso, remarcó que sus hijas sí llevan el apellido paterno y que eso nunca fue un tema de discusión. “No tengo ningún problema con eso, al contrario. Busco preservar a mi familia para que viva tranquila”, explicó, dejando en claro que su prioridad siempre fue el bienestar del círculo íntimo.
Durante la charla, el actor y conductor también sorprendió al revelar un dato poco conocido de su pasado: es abogado, egresado de la Universidad de Buenos Aires con un promedio de 9,39. Contó que se mudó desde San Juan a Buenos Aires con la idea clara de estudiar Derecho y ejercer la profesión, algo que hizo durante un tiempo, hasta que descubrió que su verdadero camino estaba en los medios. “Terminé yendo para otro lado”, resumió con humor.
Otro de los temas centrales fue su decisión de alejarse del teatro. Barassi explicó que, aunque le gusta actuar, hoy no está dispuesto a resignar tiempo con sus hijas. “Hacer teatro implicaría trabajar de miércoles a domingo y no verlas, no acostarlas, no estar”, detalló. En cambio, la televisión le ofrece una dinámica que se adapta mejor a su vida familiar: graba dos programas por día, en formato de falso vivo, y trabaja cerca de su casa, lo que le permite acompañar la rutina diaria de las nenas.
Por último, confesó qué es lo que más disfruta de su rol como conductor. Lejos de las grandes figuras, Barassi aseguró que prefiere entrevistar a personas comunes. “La gente que no pertenece al ambiente me genera intriga”, dijo, definiéndose sin vueltas como un “gordo chusma”, curioso y observador, que encuentra en esas historias cotidianas el verdadero encanto de su trabajo.
