Bárbara Lanata y su hermana Lola compartieron por primera vez un relato íntimo sobre los últimos días de su padre, Jorge Lanata, en una profunda charla con Diego Leuco para Resumido. En la entrevista, ambas reconstruyeron el clima emocional y los conflictos que surgieron durante la última internación del periodista, un proceso atravesado por tensiones familiares y restricciones inesperadas en torno a las visitas.
“Empezaron a pasar cosas raras en la internación. Mi papá terminó internado en el (Hospital) Italiano, que era un hospital que nunca había estado. Terminó internado ahí porque el estudio que se fue a hacer era ahí. En ese hospital había lista para entrar, como lista de gente habilitada para entrar. Entonces, todo empezó con quién autorizaba las visitas”, contó Bárbara Lanata, marcando el inicio de una serie de decisiones que generaron malestar.
Según relató, el acceso al cuarto fue limitado desde el comienzo: “Y, al principio, solo se nos autorizó a mí y a Lola para entrar y no se autorizaba ni a la mamá de Lola, ni a Kiwi, ni a mi mamá, ni a Margarita Peratta, que era la mejor amiga de mi papá y no hubo internación en la que no estuviera Margarita, ni Martina Perdiguero, que era la asistente de mi papá, la que además tenía el trato con los médicos, la que le armaba las pastillas y todo”, agregó, subrayando que muchas personas cercanas quedaron afuera.
Diego Leuco definió ese punto como “el primer cortocircuito profundamente humano”, al señalar que el deseo de la familia era simple: “Queremos que la gente que más quería a mi viejo pueda estar ahí con mi viejo”. Frente a ese pedido, la respuesta que recibieron fue tajante: “‘Soy la cónyuge, tengo… decido yo, solo entran estas dos, tres personas’”, relató la hija mayor.
Consultada sobre si existían problemas previos, Bárbara Lanata reconoció: “Sí, siempre hubo. Yo, por lo menos, no no tuve relación”. Lola, por su parte, explicó que su vínculo había sido distinto: “Yo siempre tuve una relación un poco más cordial, también yo vivía con mi papá y con mi mamá”.
Leuco reflexionó sobre lo extraordinario de la situación: “¿Cuál puede ser la respuesta a un pedido de ‘mirá, son personas que han estado en las cientos de internaciones anteriores, que son parte de la vida de Jorge’? ¿Cuál puede ser el motivo para no dejar? Cuando a mí me preguntaban en ese momento, yo decía esto: ‘esto nunca pasó, nunca hubo un problema sobre la familia que tenía Jorge alrededor’”.

