En pleno receso y mientras el plantel disfruta de las vacaciones, en River las negociaciones no se detienen. La dirigencia activó varias gestiones en silencio para cumplir con los pedidos de Marcelo Gallardo, quien había marcado posiciones específicas a reforzar antes del arranque de la próxima temporada. Una de esas operaciones ya quedó resuelta y le da al club su primer movimiento fuerte del mercado.
El acuerdo que sorprendió a todos: Galoppo se queda con un contrato “a medida”
La historia comenzó hace meses, cuando el cuerpo técnico insistió en que el equipo necesitaba un mediocampista mixto con llegada, energía y buena lectura de juego. Entre las opciones que circularon, volvió a aparecer el nombre de Giuliano Galoppo, quien ya había estado en carpeta anteriormente y que, por circunstancias del mercado, se transformó otra vez en una oportunidad interesante para River.
Después de un préstamo que dejó sensaciones mixtas —con momentos sólidos y otros irregulares— el volante consiguió ganarse un lugar. Con actuaciones que fueron de menor a mayor, terminó convenciendo al entrenador y también a la dirigencia, que avanzó para concretar definitivamente su continuidad en Núñez.
El dato que más llamó la atención fue la estructura del nuevo vínculo. Según explicó Renzo Pantich, “Giuliano Galoppo firmó un contrato fijo y por productividad: un 60% del total será fijo, mientras que el 40% dependerá de su rendimiento (goles, asistencias, títulos, etc.)”. Para River representa una forma de equilibrar el presupuesto sin resignar competitividad; para el jugador, una chance clara de potenciar su valor y asegurarse un lugar en el equipo.
Más movimientos con São Paulo: ventas que le abren la puerta a nuevos ingresos
Mientras cerraban la operación por Galoppo, River avanzó en otros frentes vinculados a São Paulo, un mercado que volvió a generar buenas oportunidades. Desde Brasil confirmaron que se encaminan dos definiciones importantes: las vinculadas a Enzo Díaz y Gonzalo Tapia, quienes permanecerán en el club paulista y permitirán que River reciba ingresos frescos por las cláusulas correspondientes.
Esa combinación —un refuerzo asegurado y ventas avanzadas— le da a la dirigencia margen para seguir buscando nombres. Con la planificación ya en marcha, el objetivo es reforzar posiciones puntuales que Gallardo considera clave para competir en 2026.
