El armado del River 2026 ya está en marcha y Marcelo Gallardo dejó señales claras: renovación profunda y competencia real en puestos clave. En ese contexto, la dirigencia avanzó por un apellido concreto para reforzar el sector izquierdo, pero en las últimas horas el panorama se volvió mucho más complejo.
Mientras en Núñez confiaban en encaminar una negociación, desde el Viejo Continente aparecieron interesados de peso que cambiaron el ritmo de la historia y obligaron a recalcular.
El pedido de Gallardo y la oferta que envió River
Tras la salida de Milton Casco, el cuerpo técnico apuntó a sumar un lateral que eleve el nivel del puesto y compita con Marcos Acuña. El nombre marcado fue Julio Soler, ex Lanús, con presente en la Selección Argentina Sub 20 y seguido de cerca por Lionel Scaloni.
Con ese aval, River envió una propuesta formal al Bournemouth para incorporarlo a préstamo. La idea inicial seducía al entorno del jugador, que veía con buenos ojos sumar minutos en el fútbol argentino pensando en el Mundial 2026.
Europa entra en escena y complica la negociación
Sin embargo, el club inglés no tardó en recibir llamados desde Europa. Udinese, Werder Bremen y Ajax manifestaron interés concreto por el defensor, y el conjunto neerlandés fue el que dio el paso más firme al iniciar contactos directos.
Según informó Uriel Iugt, el Bournemouth aceptaría ceder al futbolista, pero con condiciones estrictas: préstamo por seis meses, sin cargo y sin opción de compra. Ese punto genera ruido, ya que Ajax pretende un vínculo más largo y la posibilidad de adquirir su pase si el rendimiento acompaña.
Los planes B que analiza Gallardo
Ante este escenario, en Núñez no se quedan de brazos cruzados. Gallardo ya evalúa alternativas en caso de que la negociación por Soler no prospere. Entre los nombres que aparecen en carpeta están Mateo Del Blanco, uno de los puntos altos de Unión, y Elías Báez, lateral de San Lorenzo que también es seguido desde la MLS por Atlanta United.
El mercado recién comienza, pero la pulseada ya está planteada. River sabe que el tiempo juega un rol clave y que competir con Europa nunca es sencillo, incluso cuando el pedido nace directamente del entrenador.
