El rumor de que Luciano Gondou podía volver a ponerse la camiseta de River ganó fuerza en Núñez. Tras varias salidas importantes y un 2025 para el olvido, el club del Muñeco buscaba reforzar con urgencia su ofensiva, y Gondou aparecía como el candidato ideal: conocía el club, explotó en otros equipos del país y parecía una alternativa viable. Pero en las últimas horas, el mercado dio un giro inesperado.
El pasado de Gondou y por qué ilusionó a River
Gondou había pasado por las divisiones formativas de River en 2019, aunque nunca logró asentarse. Tras dejar Núñez, brilló en Sarmiento y luego en Argentinos Juniors, llegando incluso a vestir la camiseta de la Selección Sub 20. Esa evolución despertó nuevamente el interés del club de Núñez, que vio en él un delantero con potencial de gol, adaptación inmediata y poco tiempo de reacondicionamiento.
En 2024, el atacante emigró al Zenit de Rusia, donde en su primera temporada mostró buenas señales. Pero en la actual campaña, la continuidad lo abandonó: sumó muy pocos minutos y su entorno empezó a considerar otras salidas. Esa coyuntura resultó ideal para que River lo vuelva a evaluar como opción ofensiva.
La traba que frenó la operación
Aunque desde el entorno de Gallardo acercaron la propuesta, en las oficinas de Zenit frenaron cualquier posibilidad de cesión. La directiva rusa dejó en claro que el pase no saldría a préstamo: solo aceptarían una venta definitiva, con una cláusula de rescisión estimada en 10 millones de dólares. Esa cifra quedó muy lejos de lo que River estaba dispuesto a invertir, sobre todo considerando que el presupuesto para incorporaciones ronda los 20 millones de dólares y hay otras urgencias que atender en el plantel.
Para Gallardo y la dirigencia, ese número representa un impedimento serio: gastar la mitad del presupuesto en un solo futbolista dejaría muy poco margen para reforzar otros puestos claves. Por eso, la chance de repatriar a Gondou quedó en suspenso casi de inmediato.
Cómo impacta esto en el plan 2026 de River
El recorte presupuestario obliga a priorizar objetivos claros. Con defensas, mediocampistas y laterales también en la mira, River necesita optimizar recursos y potenciar la plantilla con incorporaciones inteligentes, no compras costosas sin garantías. En ese contexto, Gondou —aunque sigue siendo valorado— perdió fuerza como opción viable.
En su lugar, el club deberá evaluar jugadores de perfil más económico, préstamos o apuestas con proyección. La decisión será determinante para que el plantel no repita los errores del último año, cuando las carencias ofensivas y defensivas quedaron expuestas.
¿Todo terminó para Gondou en Núñez?
Por ahora, la respuesta es que la operación quedó congelada. Si Zenit no revisa su postura o rebaja sus pretensiones económicas, River priorizará otras alternativas. El delantero, por su parte, sigue en Rusia, evaluando su futuro, mientras en Núñez buscan consolidar un plan coherente para reforzar sin descapitalizar.
