Donato de Santis no necesita mucho para encender a las redes. Alcanza con que comparta un plato, un truquito o un rito culinario para que miles de fanáticos salgan a opinar. Figura clave de la gastronomía en TV y uno de los chefs más queridos del país, se volvió a convertir en tendencia tras publicar un video en el que mostraba cómo realmente se comen los tradicionales Agnolotti del Plin.
En su rol de divulgador gastronómico, Donato de Santis suele mezclar historia, técnica y un toque de romanticismo italiano. Esta vez no fue la excepción y, entre nostalgia y sapiensa culinaria, Donato explicó un ritual ancestral del Piemonte que dejó a muchos fans boquiabiertos. Porque, al parecer, todo lo que creíamos saber sobre esta pasta… estaba mal.
El chef comenzó a describir la tradición original y fue al hueso. «Antes, los Agnolotti del Plin no se mezclaban con una salsa en una olla ni se salteaban. Nada de eso», aclaró. Según contó Donato de Santis, la receta auténtica es mucho más simple, íntima y casi ceremonial. Los agnolotti se cocinan en agua y, en vez de hundirlos en salsa, se los coloca sobre una servilleta de algodón o lino, para que absorba el exceso de humedad.
En ese punto llegó lo que provocó la verdadera catarata de comentarios. El chef reveló cuál es la “salsa” tradicional del plato. “Era el jugo de cocción de las carnes con las que se preparaba el relleno: los fondos, los jugos concentrados, ese sabor profundo que sale de la sartén o la olla donde se cocinaron las carnes lentamente”, explicó.
Donato de Santis brindó el toque final de esta receta
El toque final del ritual expuesto por Donato de Santis dejó a medio Instagram tratando de imitarlo. Con un movimiento casi coreográfico, los agnolotti se pasan por Parmigiano y luego, uno por uno, se mojan en el jugo del relleno. “Un plin, un toque de jugo… ya la boca”, escribió Donato.
“A veces, las mejores recetas no están en los libros… están en las costumbres”, cerró Donato de Santis. Y con esa frase, volvió a demostrar que para generar ruido en redes, no necesita polémicas… solo un plato perfecto y una historia bien contada.
