El exjefe de Gabinete, Aníbal Fernández, analizó la situación actual de Argentina en una entrevista con Radio 10 y se mostró duramente crítico con el Gobierno. Fernández, que acababa de ser absuelto en la causa Fútbol para Todos, advirtió que el «daño que se le está haciendo a las instituciones» y al país «es superlativo».
El político calificó de «pésimo momento» la situación que atraviesa la Argentina. Además, acusó al gobierno de tener una «visión absolutamente miope» respecto del respeto por el prójimo. Mencionó a jubilados, jóvenes, personas con discapacidad y universitarios como grupos desatendidos. El exministro señaló la supuesta desproporción en el uso de la fuerza, ejemplificando con la marcha al Congreso donde había «70 jubilados y mil policías».
El llamado a la acción y el temor al silencio
Fernández utilizó una referencia histórica para graficar la falta de reacción de la dirigencia: el poema del pastor alemán Martin Niemüller. Este concepto, conocido popularmente, advierte sobre el peligro de guardar silencio ante la persecución de minorías hasta que no queda nadie para defender al atacado.
El exjefe de Gabinete lamentó la «posición muy pasiva» de la dirigencia y se preguntó: «¿Qué pasa que nadie la levanta?». Instó a sus colegas a no «callarse» y a dejar de «esconderse atrás de los malvones».
La absolución en FPT: un trasfondo de causas «armadas»
En el inicio de la entrevista, Fernández había celebrado su absolución junto a Jorge Capitanich en el caso Fútbol para Todos (FPT), tras 16 años de proceso. El tribunal declaró la nulidad de la acusación fiscal al no hallar un «tipo penal» imputable a los exfuncionarios.
Fernández vinculó su largo proceso a una «persecución macrista» con «causas armadas» para «ensuciar gente», apuntando contra la denunciante Graciela Ocaña. El exministro defendió su accionar en FPT. Aseguró que su gestión protegió «hasta el último centavo del Estado» y que cada movimiento tiene una clara «trazabilidad».
