El Gobierno nacional habilitó una línea telefónica para recibir denuncias de presiones a trabajadores que aseguren haber sido obligados a marchar, en la previa de la protesta convocada por la CGT en la Ciudad de Buenos Aires, con el argumento de prevenir presiones o amenazas vinculadas al ámbito laboral.
La medida fue comunicada por el Ministerio de Seguridad, que informó la puesta en funcionamiento del número 134, una línea gratuita y anónima destinada a canalizar denuncias relacionadas con presuntas extorsiones para participar de movilizaciones. El anuncio se difundió a través de mensajes oficiales y publicaciones en redes sociales.
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Qué denuncias recibirá la línea 134
Según precisaron fuentes oficiales, la línea telefónica estará disponible las 24 horas y permitirá reportar situaciones en las que trabajadores aseguren haber recibido amenazas, descuentos salariales o advertencias vinculadas a su asistencia a la marcha. Las denuncias podrán realizarse sin necesidad de identificarse, serán anónimas. El miércoles estuvo habilitada desde las 16:38 a las 16:45..
Desde el área de Seguridad señalaron que el objetivo es recopilar información previa al desarrollo de la protesta y evaluar posibles irregularidades. Indicaron que los datos serán analizados por equipos especializados, aunque no detallaron el procedimiento posterior ni eventuales acciones judiciales.
La respuesta de los gremios y el contexto de la protesta
Desde sectores sindicales rechazaron la iniciativa y sostuvieron que la movilización responde a una convocatoria voluntaria. Dirigentes gremiales afirmaron que el derecho a la protesta está garantizado por la Constitución y advirtieron sobre una posible criminalización de la protesta social.
La marcha fue convocada en rechazo a la reforma laboral que impulsa el Gobierno y se realizará en un contexto de fuerte tensión política. La CGT anticipó una movilización pacífica y reclamó que se garantice la seguridad de los manifestantes durante la jornada.
En paralelo, organizaciones sociales y políticas expresaron preocupación por el uso de líneas de denuncia en escenarios de conflictividad social. Señalaron que este tipo de herramientas ya fueron utilizadas en otras protestas, con resultados dispares y cuestionamientos sobre su implementación.
Desde el Ejecutivo evitaron confrontar con los gremios y remarcaron que la línea no apunta contra la protesta en sí, sino contra eventuales presiones. Afirmaron que el funcionamiento del número será evaluado tras la movilización.
La convocatoria sindical se realizará bajo un fuerte operativo de seguridad, mientras el Gobierno y las centrales obreras mantienen posiciones enfrentadas sobre el alcance de la reforma laboral y el rol del Estado frente a las manifestaciones.

