El Gobierno denunció ante la Justicia el conflicto gremial que mantienen los controladores aéreos nucleados en la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), en el marco de las medidas de fuerza. La decisión se adoptó luego de las interrupciones registradas en los últimos días y del impacto generado en la operatoria aérea.
Según confirmaron fuentes oficiales a la Agencia Noticias Argentinas, la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) presentó una denuncia penal ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N.º 3, a cargo del juez Daniel Eduardo Rafecas. La presentación judicial se realizó por la interrupción del servicio aéreo y por haber comprometido, según la empresa, la seguridad operacional.
Los argumentos de EANA
EANA sostiene que la colocación de cartelería y banderas en las estructuras externas de las torres de control del Aeroparque Jorge Newbery y del Aeropuerto Internacional de Ezeiza atentó contra la seguridad de las operaciones aéreas. De acuerdo con la denuncia, el eventual desprendimiento de esos elementos podría derivar en su ingesta por las turbinas de las aeronaves, lo que representaría un riesgo inminente para la vida de los pasajeros y la integridad de los equipos.
La empresa estatal argumentó además que esos elementos distractores y obstructivos dificultan la visión y la concentración necesarias para las tareas de guía y seguridad que realizan los operadores en las terminales aéreas más transitadas del país. En ese sentido, consideró que las condiciones generadas por la protesta de los controladores aéreos afectan directamente la seguridad de la navegación aérea.
Desde EANA señalaron que el derecho a la protesta no puede vulnerar la seguridad del sistema aerocomercial y que la denuncia presentada tiene como objetivo proteger la operatividad y la vida de los ciudadanos. La empresa remarcó que su accionar se inscribe en la necesidad de resguardar un servicio considerado esencial.
Controladores aéreos de paro
Las medidas de fuerza impulsadas por ATEPSA provocaron durante la jornada del miércoles modificaciones significativas en los cronogramas de vuelo de las distintas compañías, tal y como adelantó El Intransigente. Se registraron demoras y cancelaciones que afectaron a miles de pasajeros en el Aeroparque Jorge Newbery, en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y en diversas terminales del interior del país.
De acuerdo con estimaciones oficiales, la cantidad de usuarios damnificados por cancelaciones y reprogramaciones superaría los 40.000 tras la primera jornada de paro y la medida prevista para hoy a partir de las 16. Aerolíneas Argentinas proyecta que más de 60 servicios se verán afectados solo en la jornada actual, mientras que Flybondi debió realizar ajustes preventivos en su programación.
