El Instituto Nobel despejó una de las mayores incógnitas de los últimos días: María Corina Machado, referente de la oposición venezolana y figura central de la lucha por el restablecimiento democrático en su país, viajará a Oslo para recibir el Premio Nobel de la Paz. La confirmación llegó directamente desde Kristian Berg Harpviken, director del organismo, quien reveló que habló personalmente con Machado y que ésta le aseguró que asistirá a la ceremonia del 10 de diciembre.
Harpviken evitó brindar detalles sobre la logística del viaje debido a lo que calificó como “una situación de seguridad delicada”. El régimen chavista ha mantenido en los últimos meses una política de hostigamiento contra la dirigente, lo que despertó dudas sobre su capacidad de salir y reingresar a Venezuela sin riesgo.
Sin embargo, su equipo de campaña aún no emitió un comunicado oficial, lo que refleja el nivel de cautela con el que se maneja cada paso de la opositora. Desde el Comité Nobel, el presidente Jørgen Watne Frydnes recordó que el traslado de Machado conlleva un “peligro real”, señalando que funcionarios del régimen “han dicho abiertamente que quieren quitársela de en medio”.
Exilio, persecución y respaldo internacional
La ceremonia contará con la presencia de Edmundo González Urrutia, excandidato presidencial y hoy exiliado en España. Tras recibir el Premio Internacional 2025 del Instituto Milton Friedman, González Urrutia confirmó que viajará a Noruega para acompañar a Machado.
Su participación simboliza el clima de persecución que domina Venezuela. Órdenes de detención, exilios forzados y encarcelamientos arbitrarios forman parte del repertorio represivo del régimen de Maduro. La comunidad internacional, en contraste, ha redoblado su apoyo a la oposición democrática.
Milei viaja a Oslo: un gesto político de alto impacto
Entre las figuras que dirán presente en el acto se destaca el presidente argentino Javier Milei, quien confirmó en las últimas horas su viaje a Oslo. El comando político de Machado agradeció públicamente al mandatario argentino por lo que calificaron como “un gesto de hermandad continental”. Y una muestra del compromiso de Argentina con la democracia en Venezuela.
También se espera la asistencia del presidente ecuatoriano Daniel Noboa y del panameño José Raúl Mulino. Lo que consolidará una foto política de fuerte contenido regional.
Un Nobel que amplifica la presión internacional sobre Maduro
El premio otorgado a Machado reconoce su “incansable labor en la defensa de los derechos democráticos del pueblo venezolano” y su papel en la búsqueda de una transición pacífica. La distinción no solo honra a la dirigente sino que vuelve a poner en primer plano la crisis humanitaria, institucional y económica que atraviesa Venezuela.
Mientras tanto, Vente Venezuela, el partido que lidera Machado, convocó movilizaciones en al menos 24 países para acompañar simbólicamente la ceremonia. Dentro del país, sin embargo, no habrá marchas: la organización admitió que la escalada represiva hace imposible garantizar la seguridad de los participantes.
Machado: liderazgo fortalecido y mensaje estratégico
En intervenciones recientes, la opositora aseguró que la dirigencia democrática está “más organizada que nunca” y que trabaja en una hoja de ruta para la transición. Durante un acto virtual con organizaciones en Nueva York, reivindicó la resistencia del pueblo venezolano y agradeció el respaldo internacional. Destacando el rol de Estados Unidos en la presión diplomática y económica.
Machado también mencionó, en un gesto político con lectura interna, el apoyo del expresidente Donald Trump. Y a quien valoró por priorizar la crisis venezolana en su agenda exterior.
El contexto geopolítico es cada vez más complejo para el régimen chavista. Las sanciones estadounidenses se endurecieron, incluyendo el cierre del espacio aéreo, y buena parte del comercio exterior quedó restringido. En este escenario, la diáspora y los aliados democráticos de la región cumplen un papel fundamental para mantener la visibilidad internacional de la crisis.
