Una devolución gastronómica que parecía inofensiva terminó convirtiéndose en uno de los momentos más comentados de la noche en MasterChef Celebrity (Telefe). Todo ocurrió durante la presentación del plato de Susana Roccasalvo. Sin embargo, el foco dejó rápidamente la receta para posarse en un inesperado cruce entre Germán Martitegui y Damián Betular, que expuso viejas diferencias culinarias.
Qué pasó en MasterChef Celebrity
Tras escuchar la explicación de la periodista, Donato de Santis abrió las devoluciones con una observación técnica. Destacó el sabor “a casita”, pero cuestionó la presentación del plato y, en particular, el puré servido encima del pan de carne. “Para una presentación en MasterChef hay que hacer un poco más”, señaló el chef italiano.
En esa misma línea, Betular tomó la posta y lanzó la sugerencia que encendió la mecha. El puré de calabaza, según su mirada, hubiera funcionado mejor servido aparte, en una salsera, para no quitarle protagonismo al plato principal. Fue entonces cuando Martitegui no dejó pasar el comentario y disparó, filoso: “Bueno, ahora le gustan los satélites, después de que no le gustaron durante toda la temporada”. La frase cayó como una bomba en el estudio. La chicana apuntó directo a una vieja discusión entre ambos chefs sobre el uso de guarniciones separadas. Betular recogió el guante y respondió que hay platos que lo ameritan, dejando en claro que su postura no es inamovible.
Martitegui redobló la apuesta y reveló que, durante la ausencia de Damián en el jurado, el uso de “satélites” había sido moneda corriente en el programa, lo que provocó risas, miradas cómplices y un clima de tensión disfrazado de humor. Mientras tanto, la conductora optó por correrse del centro de la escena y observar el “quilombito” sin intervenir.
Wanda Nara terminó de descomprimir la situación con una broma, proponiendo armar un ring de boxeo entre los jurados, mientras el Chino Leunis pidió paz entre los “papás” del certamen. Aunque el cruce cerró con sonrisas y palabras amables, el momento dejó en claro que, detrás de las devoluciones técnicas, las chicanas siguen bien afiladas.
