El riesgo país argentino volvió a descender este miércoles 17 de diciembre y se ubicó en 555 puntos básicos, el nivel más bajo desde mediados de 2018, en una señal que el Gobierno interpreta como un respaldo de los mercados a la nueva hoja de ruta económica.
El índice elaborado por JP Morgan acumuló una baja cercana a 90 puntos en lo que va de diciembre y retrocedió por segundo día consecutivo, impulsado por los recientes anuncios del Banco Central sobre el esquema de bandas cambiarias y el programa de acumulación de reservas.
Por qué cayó el riesgo país y qué miran los inversores
La mejora del indicador se produjo luego de que el Banco Central confirmara que las bandas del dólar comenzarán a ajustarse por inflación con rezago, junto con un esquema preanunciado de compras de divisas que apunta a fortalecer el balance de la autoridad monetaria.
Desde el entorno oficial destacaron el dato como un hito simbólico. “Estamos en los menores niveles de riesgo país desde agosto de 2018”, celebró en redes sociales Felipe Núñez, asesor del Ministerio de Economía.
En paralelo, los bonos soberanos en dólares operaron con subas que en algunos casos superaron el 1%, consolidando el buen clima financiero. No obstante, analistas del mercado advirtieron que el foco ahora está puesto en cómo se resolverán los vencimientos de deuda de enero, que superan los US$ 4.200 millones.
Deuda, reservas y la ventana al financiamiento externo
El ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que el Gobierno evalúa “todas las alternativas disponibles” para afrontar esos compromisos. Entre ellas, el uso de swaps internacionales, créditos bancarios y operaciones de mercado.
En ese contexto, la baja del riesgo país resulta clave porque acerca a la Argentina a una eventual vuelta al financiamiento internacional. Algo que permitiría al Banco Central preservar las reservas que compre en el mercado cambiario, en lugar de destinarlas al pago de deuda.
Si bien el Ejecutivo insiste en priorizar el mercado local, distintos analistas señalan que, si el riesgo país se aproxima a la zona de los 450 puntos, el país podría emitir deuda externa a tasas inferiores al 10%, un umbral considerado razonable.
Por ahora, cualquier colocación en moneda extranjera requeriría el aval del Congreso. Y razón por la cual las últimas emisiones se realizaron bajo ley local, evitando trabas políticas. El propio FMI reconoció recientemente que la Argentina deberá refinanciar sus vencimientos en el mercado. Lo que convierte al riesgo país en una variable central para la estrategia oficial.
