El secretario de Trabajo, Julio Cordero, volvió a defender la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional. Afirmó que se trata de una ley “moderna”, que no quita derechos y busca ampliar el empleo formal. En declaraciones televisivas, sostuvo que la iniciativa es “pro trabajador, pro empresa y pro sindicato”.
Cordero aseguró que el proyecto no tiene objetivos ocultos y rechazó que se trate de una normativa antisindical. “No es una ley anti nada”, afirmó, y explicó que el Gobierno recibió la indicación del presidente Javier Milei y de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, de impulsar una reforma beneficiosa para la actividad económica.
Consultado sobre el acompañamiento de sectores gremiales, el funcionario sostuvo que hubo un cambio de conciencia dentro del sindicalismo. Según explicó, existe “un sindicalismo sano” que reconoce las realidades actuales del país y entiende que es necesario modificar reglas para incorporar trabajadores al empleo formal.
La respuesta ante la movilización de la CGT
Sobre la convocatoria de la CGT a una movilización contra la reforma, Cordero señaló que la central sindical cumple un rol de representación sectorial. Sin embargo, remarcó que al analizar el contenido del proyecto queda claro que es una reforma “completamente proactiva”, pensada en beneficio del trabajador, el empleo y las pymes.
El secretario de Trabajo negó que la reforma implique una pérdida de derechos. Aseguró que las indemnizaciones no se tocan ni se ponen topes, y que el cálculo se realiza tomando los tres salarios más altos. Según explicó, los cambios buscan ordenar criterios y reducir la litigiosidad judicial.

Empleo formal y menos conflictividad
Cordero sostuvo que la reforma apunta a reducir la conflictividad laboral y generar un sistema más confiable. “El primer derecho de la persona es el derecho al trabajo”, afirmó, y advirtió que ese derecho no se garantiza con un régimen jurídico complejo y conflictivo.
Entre los puntos centrales, mencionó la reducción de cargas laborales, la modernización de convenios colectivos antiguos y el reconocimiento de formas de trabajo autónomo. También destacó la implementación del banco de horas, el fraccionamiento de vacaciones y la revisión de cláusulas que encarecen el empleo.
Por último, Cordero se mostró confiado en que la reforma pueda avanzar en el Congreso. Señaló que la ciudadanía “está pidiendo que algo se haga” y consideró que el proyecto es equilibrado, pensado especialmente para trabajadores jóvenes, personas informales y pequeñas empresas.
