El cierre anticipado de un año irregular obligó a River a replantear su mapa de prioridades para el 2026, y en ese proceso surgió un nombre que empieza a generar ruido fuerte en Núñez. Mientras el club definió un presupuesto cercano a los 20 millones de dólares, una figura argentina que brilla en Brasil apareció como objetivo real para reforzar la mitad de la cancha.
La clasificación a la Copa Sudamericana tras la derrota de Boca ante Racing dio cierto alivio deportivo, aunque el golpe económico por quedar afuera de la Libertadores es notorio: para equiparar lo que ingresó este año llegando a cuartos, el Millonario debería consagrarse campeón. Esa situación aceleró la búsqueda de futbolistas capaces de marcar diferencias inmediatas.
El nombre que seduce a River para reconstruir el mediocampo
Con un plantel que podría perder alrededor de 10 jugadores, Marcelo Gallardo pidió jerarquía en puestos clave y la secretaría técnica se movió rápido. Entre los nombres que circularon —como Fausto Vera y Román Vega— apareció una novedad que sorprendió incluso puertas adentro: Rodrigo Garro, uno de los volantes más determinantes del Brasileirao.
El mediocampista, figura del Corinthians, llegó al club paulista en 2024 en una operación que superó los 4,5 millones de dólares, tras destacarse en Talleres de Córdoba. Su crecimiento fue tan rápido que hoy está considerado entre los mejores creativos del torneo brasileño, un detalle que encaja a la perfección con lo que busca River para la próxima temporada.
La traba económica y la ventana que ilusiona a Núñez
Aunque su cotización actual ronda los 13 millones de euros, en Brasil surgieron versiones que marcan una posibilidad: el jugador vería con buenos ojos volver al fútbol argentino. Esa predisposición abre una puerta inesperada para River, que ya analiza la forma más viable de presentar una propuesta sin comprometer el presupuesto de todo el mercado.
La complicación está clara: Rodrigo Garro posee una cláusula de rescisión de 100 millones de dólares, cifra imposible para cualquier club argentino. Por eso, en Núñez evalúan un movimiento estratégico: negociar un préstamo con opción de compra, un mecanismo que permitiría acercarse al futbolista sin ejecutar una operación fuera de escala.
Si las condiciones avanzan, podría transformarse en uno de los fichajes más resonantes de los últimos años para River, que necesita un salto de calidad inmediato para volver a ser protagonista en el continente.
