El rumor que vinculaba a River con Santiago Ascacíbar volvió a activarse en el mercado de pases, pero esta vez con una barrera fuerte. Mientras en Núñez lo señalan como uno de los refuerzos esenciales para 2026, desde La Plata le bajaron el pulgar: su continuidad en el plantel es prioridad. La decisión generó tensión institucional, complicando una operación que recién comenzaba a tomar forma.
Ascacíbar, pieza clave del “Pincha” y obstáculo para River
Ascacíbar aún tiene contrato con Estudiantes hasta diciembre de 2027, y su valor dentro del equipo va más allá del campo: es capitán, pieza central y símbolo del proyecto deportivo actual. Por eso, desde la dirigencia platense descartaron negociar su transferencia a otro club argentino, dejando claro que solo escucharán ofertas del exterior. Esa postura apunta a evitar fortalecer a rivales directos y cuida la identidad institucional del club.
El malestar creció cuando surgió un contacto entre representantes del jugador y uno de los colaboradores de River —en pleno contexto de desfavorable recuerdo institucional— algo que en La Plata no tomaron a la ligera. Antiguas heridas, reproches públicos y diferencias profundas ya habían marcado el vínculo entre ambos clubes.
Viejos roces que complican aún más una negociación
Las fricciones no son nuevas: en el pasado, declaraciones de dirigentes del Millonario cuestionando al “Pincha” y a sus autoridades profundizaron la desconfianza. Una de las frases que más dolió fue cuando compararon la estructura de Estudiantes con una “cultura” que, según ellos, no era compatible con su forma de entender el fútbol. Esa percepción dejó huella y complicó aún más posibles transferencias internas.
En ese marco de tensión, la cifra estimada para negociar la salida de Ascacíbar ronda los cinco millones de dólares, valor que el club estima justo por su peso en el equipo. Pero con su negativa rotunda a vender dentro del país, esa cláusula quedó depositada únicamente ante ofertas del extranjero.
River deberá buscar alternativas si quiere reforzar el mediocampo
Ante este escenario, la dirigencia de River sabe que deberá rearmar su lista de prioridades. Ascacíbar, que en algún momento asomaba como refuerzo casi definido, quedó totalmente descartado en el corto plazo. Si quiere reforzar su mediocampo, Gallardo tendrá que mirar hacia otros jugadores —posiblemente con menor nombre o expectativas— o abrir negociaciones complejas en el exterior.
El mercado se renueva, pero con esta negativa de Estudiantes, la primera opción del Millonario quedó fuera de carrera. El desafío ahora será encontrar un mediocampista de nivel similar, dispuesto a cambiar de club y compatible con las exigencias deportivas y económicas.
