Elba Marcovecchio recordó con emoción y dolor el primer aniversario de la muerte de Jorge Lanata, ocurrido el 30 de diciembre de 2024. La abogada publicó un conmovedor mensaje en redes sociales donde describió cómo atravesó estos doce meses marcados por la ausencia del periodista, con quien se había casado en 2022 y con quien mantenía una relación llena de compañerismo y apoyo mutuo.
“Un día nuestro mundo se detuvo”, arrancó Elba Marcovecchio, y siguió, nostálgica y desgarrada por la partida del periodista en el anteúltimo día de 2024: “La presencia de la ausencia en lo cotidiano. Los planes sin destinatario. Los abrazos que eran tuyos”.
En su reflexión, la letrada también contó cómo intentó procesar el duelo a lo largo del año: “Quise evadir el dolor del silencio con bullicio e hiperactividad, pero las noches se hacían eternas hasta que te encontré en mis sueños”, avanzó, dando cuenta de la lucha interna entre seguir adelante y aceptar la pérdida.
El posteo cerró con una declaración breve pero cargada de amor y significado: “Love not fear. Te amo infinito”.
El fuerte descargo de las hijas de Lanata
Mientras la abogada eligió expresarse en sus redes sociales, Bárbara y Lola Lanata lo hicieron en «Resumido» y aclararon sus desacuerdos con Marcovecchio. Concretamente, las jóvenes comentaron:“ Empezaron a pasar cosas raras en la internación. Mi papá terminó internado en el (Hospital) Italiano, que era un hospital que nunca había estado. Terminó internado ahí porque el estudio que se fue a hacer era ahí. En ese hospital había lista para entrar, como lista de gente habilitada para entrar. Entonces, todo empezó con quién autorizaba las visitas”.
Por último, Bárbara expresó que el acceso al cuarto fue limitado porque Elba Marcovecchio lo decidió así: “Y, al principio, solo se nos autorizó a mí y a Lola para entrar y no se autorizaba ni a la mamá de Lola, ni a Kiwi, ni a mi mamá, ni a Margarita Peratta, que era la mejor amiga de mi papá y no hubo internación en la que no estuviera Margarita, ni Martina Perdiguero, que era la asistente de mi papá, la que además tenía el trato con los médicos, la que le armaba las pastillas y todo”.

