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ESPECTÁCULO

Evangelina Anderson vivió su momento más angustiante en MasterChef Celebrity: los detalles

 

La modelo no pudo aguantar la impresión.

 
Evangelina Anderson

La última gala de MasterChef Celebrity dejó una escena cargada de tensión y emociones encontradas. Evangelina Anderson, una de las participantes más queridas del certamen, atravesó una de las pruebas más difíciles desde que comenzó la competencia: tuvo que cocinar liebre, un ingrediente que chocó de lleno con sus convicciones personales.

El mal momento de Evangelina Anderson

Todo comenzó cuando Wanda Nara dio la clásica orden para levantar la caja misteriosa. La sorpresa fue inmediata y, para Evangelina, devastadora. Al descubrir el animal que debía preparar, su reacción fue espontánea y sincera: “No quiero ver, ni oler, ni oír”, lanzó, visiblemente afectada y al borde de las lágrimas. Las cámaras captaron su incomodidad mientras intentaba procesar la consigna.

La situación no fue menor. A lo largo de los años, la modelo dejó en claro en varias entrevistas que nunca comió carne y que sostiene una postura vegetariana firme, incluso desde su infancia. Por eso, enfrentarse a una prueba de este tipo no solo implicó un desafío culinario, sino también emocional. La consigna la puso contra las cuerdas y la obligó a lidiar con un límite muy personal.

Durante la devolución inicial, Germán Martitegui explicó que la idea de la prueba había sido de la propia conductora, lo que sumó aún más tensión al momento. Evangelina, completamente angustiada, preguntó qué animal era exactamente el que debía cocinar y no pudo ocultar su conmoción al escucharlo.

Al advertir el mal momento que estaba atravesando su compañera, Ian Lucas tuvo un gesto que no pasó desapercibido. Se ofreció a ayudarla y fue él quien se encargó de cortar la liebre, evitando que Evangelina tuviera contacto directo con la carne. Gracias a ese apoyo, la modelo pudo continuar con la prueba, aunque el nerviosismo y la incomodidad la acompañaron durante toda la jornada.

Ya más tranquila, aunque todavía movilizada, Evangelina reconoció: “Me empecé a imaginar cualquier cosa para no pensar en eso”. Sin dudas, fue una de las noches más difíciles para ella en el certamen y uno de los momentos más tensos de la temporada. MasterChef volvió a demostrar que no solo se ponen a prueba las habilidades culinarias, sino también las emociones.