Facundo Moyano sorprendió con una definición que generó impacto en el sindicalismo. En una entrevista con TN, el exdiputado aseguró que la reforma laboral “es un debate que hace 20 años se tenía que dar” y marcó diferencias con la postura histórica de la CGT. Además, volvió a criticar la falta de propuestas del peronismo para enfrentar la informalidad.
Durante la charla, Moyano planteó que una parte del movimiento obrero “se niega a dar una discusión que la realidad impone”. Afirmó que la legislación vigente “tiene más de 50 años” y que, aunque no todo lo viejo es malo, “hay aspectos que necesitan actualizarse”. También reconoció que algunos gremios mantienen acuerdos por fuera de la ley, lo que demuestra, según él, la necesidad de cambiar.
Moyano apuntó directamente a su propio espacio político. Dijo que el peronismo “no puede oponerse a todo sin ofrecer un proyecto alternativo”. Recordó que ni en los gobiernos de Cristina Kirchner ni en el de Alberto Fernández se redujo la informalidad. “Tenemos un 45% de trabajo no registrado. Esa es la verdadera reforma laboral de hecho”, advirtió.
La CGT y su rol en el Congreso
El dirigente confirmó que su hermano, Hugo “Huguito” Moyano, representará a la CGT en el Congreso durante el debate de los proyectos. Señaló que el sindicalismo “debe discutir con racionalidad” y que hay iniciativas —como las de Romina Diez— que pueden analizarse punto por punto. Sin embargo, rechazó aspectos como los cambios en la tercerización y la limitación de la responsabilidad solidaria.
Cuestionamientos al sistema político
Moyano también fue consultado por los acuerdos legislativos en Buenos Aires que permitieron ampliar el directorio del Banco Provincia. Fue tajante: “Claramente no está bien”. Sostuvo que estas prácticas generan rechazo social y dañan a toda la dirigencia. “Es lo que pasa en la política desde siempre”, agregó.
Democracia sindical y autocrítica
Antes de cerrar, defendió el modelo interno del Sindicato de Peajes, donde no hay reelección indefinida. Aseguró que la alternancia debería replicarse en más gremios. “Si no lo siguen, tendré poco poder de convicción”, ironizó.
