Facundo Moyano se despegó públicamente de Hugo Moyano durante una entrevista en Infobae en Vivo, donde explicó por qué no se considera parte de una dinámica familiar tradicional, pese a reconocer el vínculo filial y su respeto personal.
En ese marco, el dirigente sindical relató aspectos íntimos de su historia personal. Además, aclaró que su crianza estuvo a cargo de su madre y que el vínculo con su padre no responde a la idea clásica de familia, una definición que, según dijo, suele prestarse a confusiones públicas.
Una definición personal que marca distancia política y afectiva
“Es mi padre, lo quiero y lo respeto, pero no es mi familia”, afirmó Moyano. Así, buscó diferenciar el lazo biológico de una relación cotidiana inexistente, al tiempo que rechazó lecturas políticas sobre una supuesta unidad familiar dentro del sindicalismo.
Sin embargo, el exdiputado aclaró que no existe un conflicto personal abierto. Por otro lado, sostuvo que su posición no responde a especulaciones coyunturales, sino a una descripción honesta de una familia que definió como “disfuncional”, sin encuentros ni vida compartida.
Su mirada sobre sindicatos, reforma laboral y el rol del Estado
Además, Moyano se refirió a la reforma laboral impulsada por el Gobierno y consideró que el proyecto tiene un sesgo antisindical. No obstante, valoró que el debate exista, ya que, según remarcó, durante años se evitó discutir problemas estructurales del mercado de trabajo.
Asimismo, cuestionó artículos que limitan la participación sindical de trabajadores tercerizados. En consecuencia, advirtió que esas restricciones vulneran el principio de igualdad ante la ley y debilitan la representación gremial en sectores precarizados.
Por otro lado, sorprendió al mostrar matices sobre la eliminación de la cuota solidaria. Así, planteó que ningún aporte debería retenerse sin consentimiento explícito del trabajador, aunque reconoció que esa postura no representa la posición mayoritaria de la CGT.
Finalmente, Moyano sostuvo que la modernización del trabajo debe contemplar los cambios tecnológicos y la reconversión laboral. Sin embargo, afirmó que ninguna transformación puede justificar la pérdida de derechos ni la exclusión sindical, y reclamó controles efectivos para reducir el empleo no registrado.
