La cuenta regresiva hacia el Mundial 2026 llegó con un capítulo inesperado para la Selección de Uruguay. Una reciente publicación del máximo ente del fútbol volvió a encender un debate que parecía dormido: el valor real de las estrellas que acompañan al escudo charrúa y qué títulos reconoce oficialmente la FIFA. El tema, eterno en Sudamérica, reapareció con más fuerza que nunca.
La posición que reafirma la FIFA
El organismo que preside Gianni Infantino compartió en sus redes una actualización del ranking histórico de campeones del mundo. Allí colocó en lo más alto a Brasil con 5 títulos y luego a Italia y Alemania con 4. Más atrás aparece Argentina, con 3 consagraciones.

Y en un dato que llamó rápidamente la atención, el ente internacional ubicó a Uruguay con únicamente dos campeonatos oficiales, correspondientes a 1930 y 1950, dejando afuera las conquistas de 1924 y 1928, algo que en el país oriental se considera una injusticia histórica.
El argumento que Uruguay nunca pudo validar
Pese a que en distintas etapas la AUF defendió la idea de que las medallas olímpicas del 24 y 28 equivalían a coronas mundiales, jamás logró presentar ante FIFA un documento formal que respaldara esa lectura. Incluso dirigentes de distintas épocas, incluidos los actuales, no pudieron mostrar registros que acreditaran que el ente rector reconoció alguna vez esos torneos como mundiales.
A lo largo de los años circularon recortes de diarios, testimonios y referencias de época, pero nada de eso cumplió el estándar documental que exige FIFA para otorgar carácter de campeonato global.
La presión de Puma y la resistencia uruguaya
En 2021, la empresa Puma, encargada de vestir a la Celeste en la última Copa del Mundo, les comunicó a las autoridades de la AUF que, por pedido del ente internacional, debían retirar dos de las cuatro estrellas que lucían históricamente.
Lejos de aceptar la instrucción, Uruguay se negó y reforzó su postura con una exhibición oficial realizada en el Museo Nacional de Doha durante el certamen de 2022, donde se volvió a reivindicar el valor simbólico de las conquistas olímpicas.
Bélgica también aporta una señal contraria
La polémica no se limita al Río de la Plata. En el Monumento a los Campeones del Mundo, ubicado frente al Estadio Centenario, Uruguay incluyó a Bélgica como campeón global por el oro en Amberes 1920, replicando el mismo criterio que aplica para sus estrellas.
Sin embargo, la federación belga nunca consideró ese logro como un título equiparable a una Copa del Mundo, dejando aún más en evidencia que el debate histórico que sostiene Uruguay no tiene aceptación internacional.
Un conflicto que vuelve cada cierto tiempo
Cada vez que la FIFA publica un registro oficial, el tema renace. Ahora, con el sorteo del Mundial 2026 a la vuelta de la esquina, el contraste entre las dos estrellas reconocidas por FIFA y las cuatro que Uruguay defiende vuelve a ocupar los titulares.
Todo indica que la discusión seguirá abierta, pero el ente mundial, una vez más, dejó claro cuál es su postura: sólo los títulos de 1930 y 1950 figuran en la cuenta oficial.
