Marcelo Gallardo busca dar vuelta la página tras un 2025 muy negativo en River. Después de un año para el olvido, en el que no logró imponerse en ninguna competencia, el DT ya empieza a planificar el 2026 con una meta definida. Quiere renovar el plantel y volver a ser competitivo.
Con eso en mente, Gallardo ya lidera la reestructuración profunda del plantel de River de cara al 2026. Con el objetivo de potenciar la fase ofensiva, el «Muñeco» tiene un viejo anhelo en la mira. Se trata de un delantero uruguayo que podría llegar a River gracias a otro jugador, que no es tenido en cuenta.
El delantero que quiere Gallardo para River en el 2026
El jugador que quiere Gallardo en cuestión es el uruguayo Leo Fernández. Sin embargo, la llave para concretar su tan ansiada llegada no estaría únicamente en una gran inversión económica. También influye la salida estratégica de un defensor que no será prioridad para el cuerpo técnico: Sebastián Boselli.
El central uruguayo ya fue notificado por Gallardo de que «arranca de atrás» en la consideración para el próximo año. Esto lo impulsa a buscar nuevos horizontes. Ante este escenario, Peñarol expresó un firme interés en contar con el defensor y se baraja la posibilidad de que Leo Fernández —quien siempre fue un deseo del técnico millonario— ingrese en la operación para facilitar el traspaso.
La negociación, no obstante, presenta desafíos financieros importantes. Se sabe que Peñarol ya realizó una oferta histórica de siete millones de dólares al Toluca por el 80% del pase de Fernández. Esto, obliga a River a mejorar sus propuestas previas para asegurar al jugador. Por su parte, el entorno de Boselli prefiere opciones en el fútbol del exterior si no logra la continuidad deseada en Núñez, lo que posiciona al club charrúa como un destino ideal para todas las partes.
Pero el tablero de Gallardo no termina ahí. Existe una segunda vía de negociación: River también tiene en el radar al defensor Jhohan Romaña y no se descarta incluir a Boselli en una tratativa con San Lorenzo. Lo que queda claro es que la salida del defensor uruguayo se ha transformado en la moneda de cambio más valiosa de la dirigencia para cumplir los pedidos del DT.
