Una manifestación de trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) terminó en tensión en las inmediaciones del organismo, sobre la avenida General Paz. Los empleados, alineados con sectores sindicales críticos al Gobierno, realizaron un corte parcial de tránsito y provocaron un fuerte operativo de seguridad que derivó en enfrentamientos menores.
La protesta apuntó contra la administración de Javier Milei tras la decisión oficial de avanzar con la reorganización del Servicio Argentino de Calibración y Medición (SAC), un área con más de cuatro décadas de funcionamiento dentro del INTI. Según trascendió, la medida forma parte del plan general de modernización y recorte de estructuras duplicadas dentro del Estado.
Réclamos contra la gestión económica y amenazas de conflicto
Giselle Santana, integrante de la asamblea multisectorial del INTI, confirmó que el corte se llevó a cabo “por demandas salariales y el bono de fin de año”. Pero también en rechazo a “las líneas de trabajo que se están bajando”. La referente sostuvo que los trabajadores se “preparan frente a la amenaza del Gobierno”. Y anticipó un escenario de conflictividad con el discurso habitual de los gremios estatales.
En sus declaraciones, Santana aseguró que “no serán unas felices fiestas para los estatales”. Y advirtió que los sindicatos buscarán “dar pelea” ante cualquier reestructuración del organismo. La retórica, similar a la que ATE y otros gremios sostienen desde hace años, apunta a frenar reformas que busquen recortar privilegios adquiridos dentro del aparato estatal.
ATE vuelve a encabezar la confrontación
En la concentración también estuvo presente el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, uno de los dirigentes más enfrentados con la administración Milei. Fiel a su línea de rechazo permanente a cualquier cambio en el sector público, Aguiar afirmó: “Tenemos que evitar que se vuelva a encender la motosierra en el Estado”.
El sindicalista criticó la política laboral y repitió que resistirán “con todas nuestras fuerzas” cualquier reforma que afecte a los empleados públicos. También aseguró que los cambios propuestos por el Gobierno no generarán empleo. Aunque evitó referirse a la falta de eficiencia, sobrecostos y estructuras sobredimensionadas que acumula el Estado desde hace décadas.
Un conflicto que vuelve a poner al sindicalismo en el centro
El Gobierno avanza con su agenda de ordenamiento fiscal y eliminación de organismos redundantes. Y sindicatos como ATE buscan mantener su poder territorial y la estructura que construyeron durante años de expansión estatal. Las protestas en el INTI se inscriben en esa lógica: resistencia, cortes de calle y presión política para impedir cualquier reducción del gasto público.
El Ejecutivo, por su parte, sostiene que la reorganización del INTI forma parte de un proceso más amplio para eficientizar áreas técnicas y evitar superposiciones. Las tensiones seguirán escalando a medida que avance diciembre, mes en el que los gremios suelen intensificar sus reclamos.
