La despedida de Miguel Borja, quien ya se retiró del plantel para armar su futuro lejos de Núñez, dejó a Marcelo Gallardo frente a un escenario que no había planeado: necesita sí o sí un goleador nuevo para 2026. La salida del colombiano, pese a su irregularidad reciente, abre un hueco que la dirigencia debe cubrir sin demoras.
En ese contexto, la búsqueda internacional tomó fuerza. La misión es clara: reemplazar a un delantero experimentado por otro capaz de competir al más alto nivel y sostener la exigencia del ciclo venidero. Para eso, Gallardo pidió revisar alternativas fuera del país, incluso antes de que el mercado quedara oficialmente abierto.
El nombre que reapareció desde Europa
Entre los apuntados, el primer objetivo fue Luciano Gondou, pero el panorama cambió al instante cuando Zenit decidió endurecer su postura. Según reveló Gustavo Yarroch, “Zenit pidió 12 millones de dólares por Luciano Gondou. En River quedaron espantados. Taty Castellanos aparece como alternativa”, frase que reordenó todo el escenario del Millonario.
Ese giro devolvió a escena a Valentín Castellanos, actualmente en Lazio, quien ya había estado en carpeta en 2022, cuando River debió bajarse por el monto requerido en aquel entonces. Su perfil encaja en lo que Gallardo quiere para el próximo año: movilidad, agresividad y capacidad para adaptarse rápido.
El obstáculo que vuelve a complicar la negociación
El optimismo inicial se topó rápidamente con un escollo difícil de sortear. El conjunto italiano considera al delantero un activo valioso y su tasación sigue siendo altísima: su ficha ronda los 25 millones de euros, una barrera que River no está dispuesto a asumir sin explorar caminos alternativos.
Pese a ese escenario, desde Núñez no descartan avanzar con una oferta por un porcentaje del pase o algún formato mixto que permita iniciar conversaciones formales. La idea es no dejar pasar la oportunidad si Lazio abre una puerta inesperada.
¿Habrá intento formal?
El cuerpo técnico insistirá con sumar un 9 competitivo cuanto antes y el nombre de Castellanos seguirá sobre la mesa mientras no aparezca otra opción viable. La dirigencia ya trabaja en silencio, a la espera de que el mercado genere algún movimiento que permita negociar en mejores condiciones para cerrar un refuerzo clave.
