El secretario de Trabajo, Julio Cordero, realizó un balance positivo luego de su visita al Senado, donde respondió preguntas sobre la reforma laboral que impulsa el Gobierno.Tras la reunión, en declaraciones con El Intransigente, sostuvo que el intercambio fue necesario para aclarar dudas y defendió el carácter democrático del debate.
Julio Cordero explicó que la iniciativa apunta a resolver dos déficits históricos: la informalidad sostenida y el estancamiento en la creación de puestos de trabajo. Señaló que la propuesta surge de un análisis amplio y del diálogo con distintos actores sociales. En ese sentido, remarcó que se trata de un texto equilibrado y pensado para dar previsibilidad.
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La defensa del proyecto y la no retroactividad
Durante su exposición, el funcionario negó que la reforma tenga efectos retroactivos sobre los derechos laborales. Aclaró que una norma solo es retroactiva cuando lo establece de forma expresa, algo que, según dijo, no ocurre en este caso. “No hay ninguna quita de derechos esenciales”, sostuvo ante las consultas de los legisladores.
El Senado debate la reforma laboral
— La Nación Más (@lanacionmas) December 17, 2025
?La postura de Julio Cordero, Secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
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Julio Cordero insistió en que el eje no debe ponerse solo en la retroactividad, sino en la seguridad jurídica. Afirmó que la reforma busca ordenar las relaciones laborales y generar confianza para incentivar el empleo registrado. En esa línea, aseguró que los trabajadores actuales no verán modificadas sus condiciones.
El banco de horas y la negociación colectiva
Consultado por el banco de horas, el secretario explicó que no elimina el pago de horas extras. Indicó que la herramienta permite mayor flexibilidad, sobre todo en pymes. Según detalló, facilita la organización del tiempo de trabajo para situaciones puntuales sin afectar derechos.
El funcionario subrayó que estos esquemas solo pueden aplicarse mediante convenios colectivos. Aclaró que la ley no impone cambios unilaterales y que cada actividad podrá definir sus reglas. Para Cordero, la falta de regulación actual genera conflictos y litigios que el proyecto busca ordenar.
En cuanto a los estatutos laborales, negó que la reforma los elimine. Precisó que se prevé el fin de la ultraactividad de cláusulas obligacionales y un plazo de un año para renegociar convenios. Remarcó que las relaciones laborales vigentes continúan sin alteraciones.
Sobre los conflictos gremiales, como el caso de Atepsa, aseguró que el Gobierno de Javier Milei prioriza el diálogo. Confirmó la apertura de instancias de negociación y evitó anticipar medidas compulsivas. “La ley es pro-trabajador y pro-empresa”, concluyó, al señalar que el mayor riesgo social es no tener empleo o trabajar en la informalidad.
