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POLÍTICA

La CGT denuncia «falta de voluntad» del Gobierno para negociar la reforma laboral: «Los puntos que impulsan son totalmente regresivos»

 

Cristian Jerónimo adelantó que la central obrera no acompañará ninguna reforma regresiva como la que propone el Gobierno.

 
CGT

El cosecretario general de la CGT, Cristian Jerónimo, reafirmó hoy que la central obrera no acompañará ninguna reforma laboral que considere lesiva para los derechos de los trabajadores y cuestionó al Gobierno, por lo que definió como una «falta de voluntad» para abrir un canal formal de diálogo. Según sostuvo, «hasta que el Gobierno no convoque y no construya un ámbito de negociación conjuntamente con la parte que representamos los intereses del mundo del trabajo, nosotros no estaremos de acuerdo con ninguna reforma regresiva«.

El dirigente, que además encabeza el Sindicato del Vidrio (SEIVARA), rechazó la versión instalada por el oficialismo de que la CGT se opone sin conocer el contenido de la reforma. En declaraciones a Radio Rivadavia, explicó que la información proviene de los estudios jurídicos del sector privado, lo que considera suficiente evidencia de la orientación del proyecto. «Los puntos que impulsa el Gobierno son totalmente regresivos. No acompañan a lo que supuestamente estaría apostando el Gobierno, que es a empujar el crecimiento del trabajo, con la incorporación de trabajo formal», indicó.

La CGT abierta al debate

El dirigente insistió en que la CGT está dispuesta a participar del debate y aportar propuestas, pero advirtió que el proceso debe contemplar la realidad del mundo laboral contemporáneo. «Hay algo que está claro: el mundo del trabajo tal cual lo conocíamos ha cambiado«, expresó Jerónimo. En ese marco, consideró necesario discutir mecanismos que permitan incorporar trabajadores a la formalidad sin vulnerar derechos básicos: «Se deben generar ciertas formas o cierto régimen que permitan incorporar a los trabajadores».

A pesar de la apertura al debate, Jerónimo defendió con firmeza la vigencia de los convenios colectivos de trabajo, a los que definió como una herramienta histórica para ordenar las relaciones laborales. Aseguró que se trata de un instrumento «que hasta acá ha funcionado muy bien» y destacó como ejemplos exitosos los convenios del sector petrolero y de la industria automotriz, ambos reconocidos por incorporar innovaciones sin perder derechos esenciales.

Para el cosecretario general, el eje de la discusión no puede reducirse a un ajuste de derechos laborales sino que debe incluir una mirada estructural sobre el empleo, la producción y el consumo. Y advirtió que sin una convocatoria real al diálogo, cualquier intento de avanzar de manera unilateral solo profundizará el conflicto social y político en torno al mercado de trabajo.

Caída económica

Jerónimo también manifestó preocupación por el deterioro económico y sus efectos sobre el empleo. Señaló que «lo que estamos viendo en los últimos días va a contramano de eso, hay cierre de empresas, pérdida de puestos de trabajo y estamos en un momento crítico de la industria argentina».

En este mismo sentido, el dirigente de la CGT agregó que la «desindustrialización que está sufriendo hoy la Argentina es preocupante», y atribuyó esta caída a la «profunda recesión y la falta de consumo», que golpean particularmente a las pequeñas y medianas empresas.