El año terminó con un clima lleno de autocrítica en River, después de una temporada donde los resultados nunca acompañaron. Las derrotas en instancias claves del Apertura y del Clausura aceleraron la idea de una reestructuración profunda, con Marcelo Gallardo nuevamente en el centro del proyecto para encarar un 2026 decisivo.
La decisión de renovar el plantel implicó desprenderse de referentes históricos. Figuras como Enzo Pérez, Nacho Fernández, Gonzalo “Pity” Martínez y Milton Casco se despidieron del club, mientras que Federico Gattoni regresó al Sevilla tras no extender su préstamo. Este escenario, lejos de pasar inadvertido, reactivó un debate que ya venía resonando: las compras que no rindieron como se esperaba.
Los errores del mercado bajo la lupa
Aunque River suele destacarse por vender futbolistas a valores millonarios, la otra cara del negocio muestra decisiones poco acertadas. Operaciones fuertes como los 15 millones de dólares por Kevin Castaño o la inversión cercana a 5 millones por Galarza Fonda representan ejemplos claros de negociaciones que dejaron más dudas que certezas.
En ese contexto, volvió a aparecer un caso que divide opiniones: el del delantero Miguel Ángel Borja, cuya relación costo-rendimiento generó un número que sorprendió incluso a los propios hinchas.
La inversión por Borja y un balance que sorprende
El colombiano desembarcó en Núñez en 2022, cuando River pagó cerca de 9 millones de dólares por su pase proveniente de Junior de Barranquilla. Su inicio fue prometedor: 9 goles en 18 partidos en apenas seis meses, lo que despertó grandes expectativas.
Luego llegó un 2023 irregular, seguido por un 2024 brillante donde alcanzó las mejores cifras de su carrera: 31 goles en 49 partidos, con 6 tantos en la Copa Libertadores. Sin embargo, la ilusión se desvanecería en un 2025 complejo, donde solo logró 8 goles en 49 encuentros, con fallos clave que alimentaron las críticas.
El número que impactó en Núñez
Al cerrar su etapa con 159 partidos y 62 goles, surgió un cálculo que generó titulares. La inversión total dividida por la cantidad de encuentros dio como resultado más de 54.000 dólares por cada partido disputado por el delantero.
Un dato que, lejos de pasar inadvertido, volvió a encender la discusión sobre la necesidad de mejorar las decisiones en el mercado y ajustar el análisis antes de realizar compras de alto costo.
