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POLÍTICA

La fuerte advertencia de Juan Grabois: “Esta democracia no va a funcionar”

 

Juan Grabois advirtió sobre la corrupción estructural del sistema institucional y reclamó cambios profundos en el país.

 
Juan Grabois
Juan Grabois criticó el desalojo frente a la casa de Cristina Kirchner y advirtió que fue “otro paso fuera de los límites democráticos”.

El dirigente social Juan Grabois aseguró en el programa Revolución Popular que la actual democracia argentina no funcionará si se mantiene el sistema institucional vigente, al tiempo que pidió reformas profundas para garantizar justicia social, vivienda, educación y salud.

Grabois fue contundente al señalar que «esta democracia así como está no va a funcionar. Este sistema institucional no va a funcionar». Según el dirigente, el problema no reside en las personas sino en la estructura misma, que está «totalmente corrupta de raíz en todos sus niveles y estratos».

El líder social sostuvo que Argentina necesita cambios muy grandes para que la democracia funcione. “Si uno tiene que ver cuáles son los puntos en los que hay que ponerse de acuerdo, hay algo que ya existe, llamado Constitución. En la Constitución está todo”, afirmó, enfatizando la importancia de respetar los derechos fundamentales.

Constitución y derechos sociales incumplidos

Grabois recordó que la Constitución Nacional incorpora tratados internacionales, como el Pacto Universal de Derechos Humanos de 1948, que garantizan derechos sociales esenciales. Sin embargo, denunció que estos derechos no se cumplen: “Si se cumpliera la mitad de lo que dice la Constitución, viviríamos en Noruega”.

Historia y justicia social

El dirigente repasó la historia de los derechos sociales, destacando las luchas del siglo XIX y XX por mejores condiciones laborales. “Hubo guerras civiles, revoluciones, masacres, porque la clase trabajadora estaba harta de trabajar 14, 16, 18 horas explotada”, recordó, subrayando la necesidad de que la justicia social sea una realidad concreta.

Para Grabois, los problemas de fondo no se resuelven con discursos sino con reformas estructurales. La justicia social, la vivienda, la educación y la salud deben ser prioridad, y la democracia solo funcionará si se respeta el marco constitucional y los tratados internacionales incorporados.