La Justicia ordenó al Banco Central de la República Argentina (BCRA) que revele información detallada sobre el envío de reservas de oro al exterior, al considerar insuficientes los argumentos de confidencialidad utilizados para negar el acceso a esos datos.
La Sala V de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal hizo lugar al pedido del titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, y revocó el fallo de primera instancia. Los jueces señalaron que el Banco Central no explicó de manera concreta por qué brindar la información solicitada podría poner en riesgo al sistema financiero.
El envío de las reservas se realizó a mediados de 2024 y fue defendido públicamente por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien sostuvo que mantener el oro en el exterior permite generar retornos financieros y maximizar el uso de los activos del Estado.
Qué datos deberá entregar el BCRA
Con el nuevo fallo, el Banco Central deberá aportar la documentación requerida o justificar con fundamentos técnicos específicos por qué su difusión sería perjudicial. La entidad se había amparado en la Ley de Acceso a la Información Pública para sostener que los movimientos eran confidenciales.
Según el pedido de informes, los envíos involucraron operaciones por unos 450 millones de dólares los días 7 y 28 de junio de 2024, a través de la empresa Loomis y vuelos de British Airways con destino a Londres. Se trata de una operatoria que ya tuvo antecedentes durante gestiones anteriores del Central.
Carlos Rodríguez reclamó “transparencia total”
Tras conocerse el fallo, el economista Carlos Rodríguez cuestionó con dureza al BCRA por la falta de contratos auditables que respalden el envío del oro. “El público tiene que conocer la ubicación de todos los activos del Banco Central y también sus pasivos”, advirtió. Y sostuvo que la opacidad abre interrogantes sobre el manejo de las reservas.
La combinación del fallo judicial y las críticas técnicas volvió a instalar el debate sobre la transparencia en la administración de los activos del Central. En un contexto de ajuste y fragilidad externa, el destino del oro se consolidó como un nuevo foco de tensión política y económica.
