Marcelo Gallardo intenta dar vuelta la página de un 2025 doloroso en River. Después de un año en el que todo salió mal, el técnico concentra su mirada en el próximo ciclo. Su meta es firme: reorganizar el grupo y recuperar la identidad futbolística.
En ese marco, Gallardo se lanzó de lleno al mercado de pases con el objetivo de sumar caras nuevas al plantel de River. El Muñeco tiene un nombre como obsesión, que apareció con fuerza sobre la mesa del Millonario. Sin embargo, la operación podría no prosperar.
¿Se complica? La mala noticia que recibió Gallardo
El jugador en cuestión es Claudio Echeverri. El joven mediocampista atraviesa un momento complicado en Europa, ya que tiene poco rodaje en el Bayer Leverkusen, donde se encuentra cedido desde comienzos de la temporada 2025/26 por el Manchester City. Ante esta situación, River realizó gestiones para repatriarlo y darle minutos.
Sin embargo, el club se topó con una barrera infranqueable impuesta por los dueños de su pase: el City Group. El consorcio de inversores no desea que el jugador regrese al fútbol argentino, prefiriendo que continúe su desarrollo en el continente europeo.
El detalle contractual que aleja al Diablito
La intención del City Group es clara: enviarlo al Girona, otro de los clubes que maneja el grupo, para garantizarle continuidad en una liga competitiva. Pero la mala noticia que complica definitivamente las chances de Gallardo radica en una cláusula específica del contrato.
Si el City Group accediera a ceder a Echeverri a River, tendrían que hacer frente a un desembolso económico inesperado y considerable. La cláusula establece que el grupo debería pagarle al Millonario por los objetivos que Echeverri cumpliera durante su estadía en el club. Este pago implicaría la friolera de 7 millones de euros, de los 9 millones fijados en su contrato con Manchester City.
Debido a este detalle contractual y la fuerte postura de mantenerlo en Europa, el regreso del Diablito Echeverri a River está hoy más lejos que cerca. El camino, al menos por ahora, marca rumbo a Girona. Este es un duro golpe para el cuerpo técnico de Gallardo que buscaba reforzar el mediocampo de cara a los desafíos del 2026.
