En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la ONU lanzó un llamado contundente a cambiar la mirada social sobre la discapacidad. La sede en Nueva York fue escenario de un mensaje claro: dejar de victimizar o idealizar y avanzar hacia la inclusión y el empoderamiento.
El defensor global de la ONU para personas con discapacidad en situaciones de conflicto, Giles Duley, finalizó su mandato con una crítica dura al sistema y a la mentalidad predominante. Duley, que perdió tres extremidades en Afganistán, reconoció sentirse frustrado: “Después de tres años, siento que he fallado. El sistema ha fracasado en hacer oír nuestras voces”.
El fracaso del “modelo inspiracional”
El activista subrayó que muchos ven a las personas con discapacidad como carga o fuente de inspiración idealizada. “Mi trabajo no es inspirar a otros. No estoy aquí para defender a la gente. Mi trabajo es compartir historias”, afirmó.
Duley explicó que los logros de atletas paralímpicos o hazañas extraordinarias no reflejan la realidad de la mayoría. La postura correcta, dijo, es dejar de ver a estas personas como víctimas o inspiración y enfocarse en derribar las barreras sociales para permitir su empoderamiento.
António Guterres pide inclusión real
En línea con Duley, el Secretario General de la ONU, António Guterres, instó a una inclusión social efectiva. “Las personas con discapacidad están transformando las sociedades: liderando la innovación, influyendo en políticas y movilizándose por la justicia”, afirmó, aunque lamentó que “con demasiada frecuencia se les niega un lugar en la toma de decisiones”.
Guterres destacó la persistencia de barreras sistémicas como discriminación, pobreza e inaccesibilidad a servicios, que afectan a más de mil millones de personas con discapacidad en el mundo. “No puede haber desarrollo sostenible sin la inclusión de las personas con discapacidad”, concluyó.
