Lando Norris debía salir a demostrar por que podía ser campeón del mundo de Fórmula 1. El joven inglés debía mostrar por que tenía la madurez necesaria para lograr el título con el equipo McLaren. Ese mismo Lando que muchas veces cometía errores que lo dejaban afuera de toda discusión. Norris maduró, creció y alcanzó el nivel suficiente para lograr el máximo logró que se puede alcanzar en el mundo del automovilismo deportivo en el planeta.
La competencia comenzó con la incertidumbre de saber que podía pasar en los primeros metros. Verstappen movió muy bien y rápidamente mantuvo su posición mientras los McLaren viajaban detrás y sucedía una primera situación extraña. Lando Norris perdía la segunda posición con Oscar Piastri que se posicionaba segundo y empezaba a marcar una diferencia con su compañero de equipo. Verstappen lideraba con suma autoridad y sabiendo que debía lograr la victoria para empezar a considerar el quinto título del mundo.
Tanto Verstappen como Norris salieron con neumáticos medios mientras que Oscar Piastri lo hizo con neumáticos duros que le permitió durar más tiempo en pista. Pistari revivía en su deseo de ser campeón del mundo liderando la competencia. Verstappen no podía hacer mucho más ya que estaba segundo, pero Norris quedaba tercero con el recambio de neumáticos. Red Bull sentía la ausencia de un segundo piloto que pudiera ayudar a Max.
El juego por el campeonato se traslado a los pits. Era una partida de ajedrez y cada detalle era importante para poder mantener cada intención. La lucha fue productiva para McLaren que mantuvo a Piastri en pista con compuestos duros y mando a Norris a dos paradas sin perder la tercera posición mientras el australiano quedaba segundo con Verstappen como líder a pesar de no alcanzarle con esas posiciones.

La parte final de la competencia fue solo esperar un milagro que pueda beneficiar a Verstappen. El piloto de Red Bull hizo todo lo que tenía que hacer para llevarse el título, pero llegar a la última fecha dependiendo de su rival era una carta en contra que no podía jugar y McLaren aprovechó esa posibilidad para lograr alcanzar un título que se le escapó el año pasado, pero ahora pareció haber aprendido de los errores y consolidó una estrategia casi perfecta para llevarse el campeonato.
Al final solo dos puntos lograron inclinar la balanza a favor de Lando Norris que al caer la bandera a cuadros el inglés arribó en la tercera posición detrás de Oscar Piastri segundo y Max Verstappen primero. Max hizo todo, pero no alcanzó. Norris corrió como debía correr y logró revertir aquella imagen de un joven que sucumbía ante la presión. Este domingo Lando logró romper esa barrera y se quedó con el titulo del mundo. Un inglés más inscribe su nombre en la gloria de la Fórmula 1. Lando Norris lo logró. Lando Norris es el nuevo campeón del mundo.
