Un verdadero revuelo fue el que se generó en las últimas horas en el mundo de nuestro país a raíz de las declaraciones de Araceli González en relación a su ex, Adrián Suar, como así también en relación a Griselda Siciliani, quien durante años fue señalada como la tercera en discordia.
En una nota con LAM, la actual pareja de Fabián Mazzei fue contundente. «Él con todo el mundo es divino, conmigo no. Pero está bien, es su decisión. Él sabrá, pero para mí está todo bien», aseveró sobre el padre de Toto, su hijo mejor, dejando en claro que las cosas no se han solucionado.
Fue en ese momento cuando le preguntaron directamente sobre Griselda Siciliani. «Con Griselda no tengo relación, no la conozco. Voy a hacer como Pampita: ‘No hablo de esas cosas. Para mí, todo lo que hacen las mujeres está bien'», lanzó con ironía.
Sin rodeos, le consultaron si trabajaría con ella. «¡Lo hago! Por ahí nos hacemos grandes amigas y discutimos algunas cosas. Le diría ‘Hola, Gri, ¿cómo te fue? ¿Cerraste bien todo? Sí, qué conch…, entonces es conmigo’», disparó dejando a todos con la boca abierta.
«Escuchen una cosa, yo no tengo problema con nada. Yo lo único que quiero es tener lo que tengo, que es lo que logré: tener dos hijos hermosos que hacen su propia huella y trabajando. Yo ya respondí, le hice un programa a Rial hablando de esto. Todo bien», afirmó Araceli González.
Cabe recordar que la guerra entre ellas se intensificó cuando Griselda Siciliani habló sobre el hecho de que Fabián Mazzei no hubiera vuelto a trabajar en Polka después de confirmar su relación con Araceli. «Hay gente que ni siquiera se la banca, pero le gusta cómo actúan y los llama. Pongo las manos en el fuego en eso por Adrián Suar. Si no lo llama a Fabián Mazzei no le debe servir para un proyecto”, había dicho la protagonista de Envidiosa.
Esto hizo estallar a González. «Nadie es quién para evaluar porque convocan o no a un actor. Y de hecho no tiene información sobre qué hace él o no con su vida laboral. Por ende, opinar sin saber ya es parte de una desubicación y de cierta ignorancia sobre las personas y encima sugerir saber lo que no se sabe es mala fe. Las personas que actúan con mala fe son dañinas y sus modos de funcionar no son constructivos para la vida de nadie. Personas así deben detenerse más en pensar cómo han sido y como han funcionado con las personas con las que estuvieron implicadas personal y laboralmente”, arremetió.
