El flamante presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Leonel Chiarella, afirmó que el partido atraviesa una etapa de reconstrucción y debe dejar atrás las disputas internas para enfocarse en una agenda de gestión, sentido común y soluciones concretas. El intendente de Venado Tuerto sostuvo que la prioridad es recuperar cercanía con la sociedad.
En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, Chiarella planteó la necesidad de una autocrítica profunda dentro del radicalismo. “Tenemos que construir consensos alrededor de figuras con vocación de gobierno y apoyo territorial si queremos volver a ser competitivos a nivel presidencial”, señaló, al tiempo que remarcó que la UCR gobierna provincias y cientos de municipios.
El dirigente, cercano al gobernador santafesino Maximiliano Pullaro, destacó el buen vínculo con sectores del radicalismo que mantienen acuerdos con el Gobierno nacional. “Estoy dialogando con todos, con Alfredo Cornejo, con Leandro Zdero y con dirigentes de distintas provincias”, explicó, y remarcó que la diversidad interna no debe ser un obstáculo para la unidad.
Postura frente a la gestión de Milei
Sobre el vínculo con el Gobierno de Javier Milei, Chiarella aseguró que la UCR tendrá una posición “racional y de sentido común”. “En lo que estamos de acuerdo, acompañamos; en lo que se puede mejorar, proponemos; y en lo que no coincidimos, lo planteamos”, afirmó, alejándose de una oposición cerrada.
Agenda legislativa, unidad interna y desafío electoral
El presidente radical consideró que el sistema laboral actual “fracasó” y sostuvo que es necesaria una modernización que cuide a trabajadores, pymes y jubilados. En cuanto al presupuesto, afirmó que la Argentina necesita una hoja de ruta fiscal clara y ordenada, clave para gobernadores e intendentes.
Chiarella también se refirió al trabajo parlamentario y reconoció las diferencias internas entre bloques. Sin embargo, aseguró que se trabajará para lograr coordinación y unidad, destacando que la UCR no se limita al Congreso, sino que tiene una fuerte presencia territorial en todo el país.
Por último, explicó por qué al radicalismo le cuesta consolidar un candidato nacional competitivo. “Aparecieron liderazgos externos y también nos faltó consenso interno”, admitió. En ese sentido, insistió en que el camino es menos rosca y más gestión, como eje para reconstruir la identidad del partido.
