El senador nacional Luis Juez destacó la aprobación del Presupuesto 2026 como un paso institucional clave para ordenar la economía argentina, pero advirtió que la mejora de las variables macroeconómicas todavía no se traduce en una recuperación del salario real ni en un alivio concreto para la vida cotidiana de la población.
En diálogo con Radio Rivadavia, el legislador subrayó que la sanción del Presupuesto, con 44 votos afirmativos en el Senado, fue el resultado de un “trabajo artesanal” que incluyó la reconstrucción de vínculos políticos tras meses de tensiones internas y enfrentamientos con gobernadores y senadores de distintas provincias.
«Nos habíamos acostumbrado a lo irregular, a estar 24 meses sin presupuesto. No se puede vivir así. Un país serio necesita una hoja de ruta», afirmó Juez, al valorar la importancia de contar con un marco fiscal aprobado por el Congreso.
Respaldo al rumbo económico, pero con advertencias
Si bien ratificó su acompañamiento al gobierno de Javier Milei, el senador fue enfático al marcar los límites del discurso oficialista centrado exclusivamente en los indicadores macroeconómicos.
«Yo acompaño a Javier y quiero que le vaya bárbaro, pero hay que decir las cosas como son: la gente no la está pasando bien. Necesitamos que la estabilidad le llegue al bolsillo y que se recupere el salario real», sostuvo.
En ese sentido, remarcó que el equilibrio fiscal y la previsibilidad son condiciones necesarias, pero no suficientes, si no vienen acompañadas por una mejora concreta del poder adquisitivo y de las condiciones de vida de los trabajadores.
Críticas a la dirigencia del fútbol y a la AFA
Juez cuestionó con dureza a la dirigencia encabezada por Claudio Chiqui Tapia, rechazando lo que definió como “nichos de privilegio” y maniobras de cartelización. «No puede haber nichos de corrupción. Me indigna ver estas ostentaciones mientras la gente no llega al pan dulce», afirmó.
También desestimó los argumentos que apelan a normas internacionales para justificar la falta de controles: «El argumento de que se rigen por normas internacionales es estúpido. El delincuente es delincuente y las tiene que pagar, no importa de qué federación sea».
