La compra de aviones Embraer volvió a generar tensión en el Ministerio de Defensa, luego de que salieran a la luz irregularidades en la licitación encabezada por Luis Petri. El caso, revelado por el periodista Mauro Federico y documentado por denuncias de Alpha Aviation, expuso dudas sobre el proceso y dejó un dato clave aún sin aclarar.
Compra de aviones Embraer: irregularidades y preguntas abiertas
La compra de aviones Embraer quedó en el centro del debate político tras la difusión de detalles desconocidos del expediente. El Ministerio de Defensa, conducido por Luis Petri, gestionó la adquisición mediante la Agregaduría de Defensa en Washington. Este punto generó críticas, porque el llamado se publicó en un sitio internacional poco habitual para estos procesos.
El concurso, fechado en noviembre de 2023, buscaba adquirir dos aeronaves Embraer 140 modelo 2003. Según la documentación, solo dos empresas participaron. Regional One Incorporated ganó con un contrato de 6,8 millones de dólares, cifra cercana a los siete millones. El proceso avanzó sin mayores comentarios públicos, aunque el arribo nocturno de los aviones al aeropuerto de El Palomar despertó sospechas iniciales.
El periodista Darío Rossetti fue uno de los primeros en advertir sobre la falta de información disponible. Ese detalle impulsó nuevas consultas. Más tarde, la empresa perdedora, Alpha Aviation, presentó un reclamo formal ante el comité evaluador. Allí cuestionó el dictamen y señaló una presunta ventaja técnica injustificada para su competidora.
La denuncia de Alpha Aviation mencionó que la licitación habría sido “absolutamente amañada”. En su análisis, remarcó que Regional One terminó adjudicándose la compra a un precio mayor al que había ofrecido en su propuesta inicial. Ese punto fue uno de los más sensibles, porque implicaría cambios no explicados en las condiciones del proceso.
Además, la firma sostuvo que existió un trato desigual entre los oferentes. Según el reclamo, los parámetros usados para evaluar las propuestas no se aplicaron de manera uniforme, lo que habría afectado la transparencia de la licitación. Ese documento fue ingresado el 9 de julio de 2024, casi ocho meses después del llamado inicial.
La defensa oficial y los pasos que quedan pendientes
En Defensa evitaron confrontar públicamente el reclamo, aunque fuentes internas insistieron en que el procedimiento respetó los criterios técnicos. Sin embargo, no hubo una explicación detallada sobre la diferencia de precio final ni sobre la elección del sitio internacional utilizado para difundir la convocatoria.
La compra de aviones Embraer dejó así varios interrogantes. El más relevante está vinculado a la falta de claridad en la documentación pública. Mientras el ministerio sostiene que el trámite fue correcto, las objeciones de Alpha Aviation mantienen abierta la discusión. Las próximas revisiones podrían definir si se reabre el análisis técnico o si el dictamen queda firme.
Por ahora, el expediente sigue bajo revisión interna, y la oposición pidió informes para conocer cada paso del proceso. El impacto político es evidente: la compra de aviones Embraer pasó de ser un tema menor a instalarse en la agenda pública por las dudas que aún persisten.
