El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, agarró la motosierra y suspendió las asignaciones de vehículos oficiales y choferes para funcionarios, agentes y personal dependiente de la Jefatura de Gabinete. Además, la medida busca optimizar recursos y racionalizar gastos en un contexto de austeridad.
La disposición, enviada a secretarios como Daniel Scioli y Javier Lanari, indica que los vehículos y choferes quedan sin efecto. Sin embargo, se permitirá su uso si un funcionario presenta un pedido justificado. Cada área deberá informar la lista completa para garantizar la restitución.
El Gobierno explicó que la medida busca alinear la flota con principios de eficiencia. Por ello, se pretende velar por la eficacia en traslados que demanden gasto público. Así mismo, esta acción se enmarca en una política de austeridad y control del presupuesto.
Quien considere necesario un vehículo o chofer deberá presentar una solicitud formal. Luego, la evaluación estará a cargo de la Secretaría de Coordinación Legal y Administrativa, dirigida por Federico Sicilia. Solo se aprobarán casos previa justificación.
Uso exclusivo para funciones oficiales
El comunicado aclara que los autos y choferes deben utilizarse únicamente para funciones oficiales. Además, los traslados deben cumplir con tareas específicas de cada empleado o funcionario. Por lo tanto, queda prohibido cualquier uso fuera de la órbita institucional.
Cada secretaría deberá gestionar la restitución y el control de la flota. Asimismo, Federico Sicilia, recientemente incorporado, supervisará las asignaciones. También tendrá a su cargo la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP), reforzando la transparencia interna.
Hacia un modelo de gestión racional
Con esta medida, Adorni busca una administración más racional y austera. De esta manera, se evita el gasto innecesario y se refuerza la supervisión de la flota y los choferes. Por ello, la decisión apunta a un uso responsable de los recursos de la Jefatura de Gabinete.
